Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau

TRE S REFORMADOR!: ~ 105 cia-reina, y la norma de todo saber . En todas partes, bajo la cubierta de este pretendido rigor, lo arbitrario se introduce, siguiendo una ley de ironía que vemos verificada a cada ins tante (y de la cual la exégesis alemana o frecerá en e l si- glo XIX una he rmosa ilustración} . " Bajo pre- texto, dice Bossuet e n un texto célebre, que no hay que a dmitir sino lo que se e ntiende cla ra- mente, lo que, reducido a c ie rtos límites, es muy verdadero, cada uno se da la libertad de decir : yo entiendo esto , y no e ntiendo esto otro; y so- bre este único fundamento, se aprueba o se re- chaza todo lo q ue se quie re ( a }". Prácticamen- te, la e v idencia cartesiana debía substituir a la verdad, medida en e l ser , la facilidad racional y la flexibilidad de las ideas . La filosofía de las lu- ces, iluminando el cie lo con la s a ntorchas de la Enciclopedia, continuará naturalmente la filoso- fía de las ideas claras. D igamos que en todo es- to el entendimiento cartesiano reivindica inde- pendencia con respecto de su objeto, no sold- mente con respecto de las cosas como objeto del sentido, sino con respec to de las cosas como ob- jeto de ciencia. Descartes es un dQgmático exa- gerado, y, en es te punto de vis ta, todo lo con- tra rio de un subje tivista. Pero con él la ciencia humana, ebria de matemáticas. empieza a no medirse ya sobre el objeto. Pa ra constítt!irse. ( a) r arta al marqu~s ,l'Allemaml;, ti <le 1111\ y o , li8 7 l \!1·bain et n ever,1u, 11!. 72-373 ) , ORIGINALDEUNIVERSIDAD DE (HtlE

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