Tres reformadores: Lutero - Descartes - Rousseau
100 JACQUES MARITAIN ma? Irá lejos. Pero Kant la espera en un reco• do del camino . Si los sentidos, le dirá él, no nos dan sino puras apariencias, y no son para nues· tro espíritu el vehículo de lo que existe, sería ne- cesario, o presuntuosa, para alcanzar el ser una intuición suprasensible, aun aquella de que go· zan los espíritus puros a imagen de los cuales se os ha reformado. Pero no llevéis tal iatuición en vuestros bagajes. Ergo no podréis conocer jamás lo que es, y todo vuestro a priori no es sino una armadura de fenómenos . 12.-Hay un segundo aspecto, más espeCÍ• fico, tal vez, de la independencia de la razón cartesiana con respecto de las cosas. No se tra· ta esta vez de las cosas sensibles como tales si• no de la inteligibilidad misma que ellas encie• rran, y por lo tanto, del objeto propio de la in· teligencia. Para Santo Tomás, y es una consecuencia lógica de la naturaleza abstractiva de nuestra inteligencia, el único objeto alcanzado primero por ésta es el ser en general, y en él resuelve to- das sus concepciones, aprendiendo, bajo el dic- tado de la experiencia, a expresar claramente lad diferencias contenidas en él; ahora bien, es de- masiado evidente que el ser que absorbe todas las cosas, no es enemigo <le ninguna realidad; las acoge todas; es, si me permiten decirlo, para to- da la fauna de la creación, para todas las for- mas que fluyen de la Poesía de Dios. por muy
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=