Moluscos marinos en Chile. Especies de importancia económica: Guía para su identificación

del •choro• (Choromytilus chorus). muy apetecido des· de tiempos remotos, por lo calidad de su carne y gran tamaño. La producción de choros en 1938 fue de 1.739 t, pero desde 1946 los desembarques disminu· yen drásticamente por agotamiento de sus bancos na· turales. En la actualidad es una especie protegida por vedas y está siendo cultivada con cierto éxito en el sur del poís. Otro molusco con un desarrollo notable es la •ostra chilena• (Oslreo chilensis). Las estadísticas pesqueras ind ican un desembarque en Chiloé durante 1946 de 264 t y poro los años 1952 · 53 (880 y 827 t respec· tivamente). Como consecuencia del maremoto de 1960 y la explotación excesiva (Hancock, 1969). lo produc· ción desciende hasta casi el colapso de la pesquería. Para recuperar los bancos naturales y mejorar lo pro- · ducción industrial, el Estado de Chi le en 1967 implementó un plan poro desarrollar la ostricultura ex· perimental en varios localidades de Chiloé insular (mo· yores detalles se entregan en el capítulo Cultivos) . Da· dos los resultados positivos de esta actividad el desem· barque de ostras se ha mantenido en el tiempo. Porte del producto se exporto o Estados Unidos y Europo. Otro pesquería que porece interesante mencionar es lá de cefalópodos. Lo pesquería del •calamar• (lo/igo goh,1 se locali· za en los puertos de Tolcohuono, Tomé, Puerto Montt, Calbuco y Castro en Chile, con un máximo de 4.074 t en 199, que decrece en los últimos 5 años a 93 t. El 95 % se destino o producción de congelado. Seco- mercializo en Chile y también se exporto o mercados internacionales. Hoy una importante pesquería interno· cional en los a lrededores de islas Malvinas donde faenan barcos de diferentes nacionalidades incluyen· do Chile, con valores anuales superiores o los 50 mi· llenes de dólares (Potterson, 1998). También apore- cen registros en los estadísticos de pesco de Colombia y Perú (Osorio, 1989). Con respecto a la pesquería de •jibia • (0osidicus gigas). se consume en fresco, congelado y conservo, pero lo mayor parte se industrializo como harina de jibia, paro alimento de animales domésticos. También se utilizo pora extraer su tinto y como carnada de pes· ca. Después de 20 años sin registros de desembarque por su ausencia frente al litoral chileno, la pesquería de jibias se reanudo en 1991 con 445 t. El mercado principal se hallo en Japón y España, y genero ingre- sos superiores o US$ 18 millones entre 1991 -1993 Tiene grandes variaciones en su desembarque, con un máximo de 9.400 ten 1992. En los últimos 5 años tiene un promedio de 4,4 t anuales. Medidas que regulan la extracción de moluscos El aumento de los volúmenes de desembarque, y otros fenómenos naturales cíclicos aperiódicos, como el Fenómeno del N iño ; u ocasionales como el !erre· moto y maremoto de 1960, han llevado a la dismi· nución del tamaño y número de los bancos naturales de los moluscos y o la ausencia temporal de espe· c ies en los estadísticas pesqueros. Algunos de esos cosos se han comentado anteriormente (choras, os· tras y jib ias). Por tal motivo, los autoridades de go· bierno han dec retado medidos poro regular lo ex· tracción de algunas especies Uno de estos med idos es de tollo o peso mínimos de capturo , que permite que la especie pueda reproducirse por lo menos uno vez en su vida antes de llegar o lo talla comercial. Del mismo modo hoy uno vedo temporal, que prole· ge o las especies durante los periodos de reproduc· c ión, y que puede variar en uno mismo especie en d iferentes latitudes. De igual manero se ha dictado vedo total , que se ha uti lizado poro ostro, choro, ostión y loco. Estos regulaciones de extracción están en permanente revisión y pueden modifi ca rse o suprimirse eventualmente según los resultados de es· ludios biológicos en permanente ovonce. En los To· bias N 2 1 y 2 se entregan los regulaciones v igentes en 2001 .

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