La realidad médico-social chilena
2. 0 -Inspección de .profesiones médicas y control de boticas y prepa- rados farmacológicos. 3. 0 -Higiene Pública: a) Urbarm,mo social ; construcción e higiene de las viviendas; inspección de locales escolares¡ control de paseos v locales públicos; b) En el medio rural: vigilancia de las habitle.ciones, letrinas, agua de bebidas y deshechos. 4. 0 --Saneamiento: agua potable, alcantarillado, luz artificial y ce- menterios. 5. 0 -Higiene industrial; Prevención de accidentes. 6.º-Profilaxis: (Inmunización, declaración obligatoria, desinfec- ción, desinsectización, baños públicos). 7. 0 -Instituto de Nutrición. Bromatología y Dietética. 8.º-Propaganda educacional. 9. 0 -Estadística Central, demografía y bio-estadística. 10. 0 -Se dictarán las normas Sanitarias mínimas que dirigirán la la- bor de los Municipios en. el aspecto sanitario. De esta manera se delimitará la acción que ejercen los servicios de sanidad municipal y fiscal y se establecerá un control por parte de esta última, sobre la primera. 11. 0 -Se implantará el uso del carnet sanitario profesional en las in- dustrias de la alimentación y se complementará el Código de ia Alimen- tación. 12. 0 -La acción sanitari¡a. debe impulsarse fuertemente en el campo, por medio de la fusión de todos los organismos que actuabnente la. ejer- cen. ELABORACION DE DROGAS Y MEDICAMENTOS Está actualmente en formación un consorcio estatal integrado por el Instituto Bact~riológico, el Laboratorio Chile y la Central de Compras de la 'Beneficencia para crear un poder comprador y distribuidor del Estado. En este consorcio podrán participar los particulares, a fm de que, en un entendimiento fógico, se satisfaga nuestro mercado, se utili- cen las posibilidades de exportación, se reparta la elaboración de drogas, productos medicinales y accesorios. Esto, además, tenderá, a través de un plan del Estado, 'hacia¾a creación de nuestra industria química pesada, para ~btener las síntesis más elevadas en los medicamentos. Hoy más que nunca, la•·guerra -Jios indica lo necesario que es crear nuestras propias fuentes de abastecimiento. El temor que se deriva de la pequeñez· de nuestro mercado interno queda ~ulado si lite piensa en el alto precio que pagamos por los art.ículc,s _que se importan, y, por otra parte, en las posibilidades ·de e2cpottación. · . Pero, además, debemos ,ensat' que en un país como el nuestro, excepcionalmente dotado de materias primas, con fuentes de energíe elec- 1 11 -
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