La realidad médico-social chilena

- 121- y hepáticos y alteraciones nerviosati (parálisis alcohólica) que pueder, llegar hasta la llamada demencia alcohólica . ~ anuario demográfico de Chile cotTespondiente a 1937 señala que er. un total general de 109 .795 defunciones se debieron por ejemplo, a cirroms hepáticas, 403 y al alcoholismo agudo 14·2 ; 130 eran hombres y 12 mujeres . En seguida, en el rubro en que están inc:luídos los delirium tremens aparecen en el año 1937, setenta y cinco defunciones. Pero tenemos otro capítulo de la mortalidad general y de la mor- bilidad, en el cual la intoxicación alcohólica, especialmente la aguda, jue- ga un papel preponderante, y es el de los accidentes . En 1937 se anotaron en todo el país 4. 850 muertes accidentales, de las cuales 381 se debieron a suicidio; quedan 4. 500 muertes provocadas por homicidios, envenenamientos agudos, quemaduras, sumersión, trau- matismos de diferentes órdenes, etc., que de acuerdo con las observacio- nes hechas en la Asistencia Pública y en los Hospitales están vincula- dos en su origen a un estado de embriaguez, ya sea del accidentado o del causante, en una proporción que algunos hacen subir a un 90 por ciento. En cuanto a la morbilidad causada por accidentes, el número de atendidos en los Hospitales de la República por este motivo alcanza a la cifra de 22,665 en el año 1937, con 985 fallecimientos. Como el número t-0tal de fallecidos por esta , causa es casi 5 veces auperior al de los decesos ocurridos entre los hospitalizados, es lógico estimar que el número total de accidentados en el pais es también casi 5 veces' superior al de los hospitalizados ; lo que elevaría el número de ac- cidentes producidos en ese año a más de cien mil. Este cálculo es tanto más prudente, cuanto que se presume que sólo los accidentados graves llegan al Hospital . De tal manera que el capítulo más importante de la patología alco- hólica seria el de los accidentes. Ya hemos aludido anteriormente, en el capítulo referente al vestua- rio, al porcentaje tan elevado de neumonías existent88 en nuestro país . Es bien sabido que la intoxicación alcoh61ica, según lo dicen las obser- vaciones clínicas, es la causa coadyuvante más frecuente de neumonía. Es también forzoso referirse, al estudiar los efectos mórbidos del alcohol, a la relación que existe entre la embriaguez, tan frecuente en nuestro país, y la difusión de las enfermedades venéreas. A este propósito citamos como ejemplo tomando al azar de nues- tros documentos que en el Profilactorio Antivenéreo de la ciudad de Iql:i- que se hizo una estadística sobre el estado de sobriedad de los que cor.- currieron a él . En una cifra de 1 . 139 asistentes controlados desde marzo a mayo de 1938, se encontró lo siguiente: Embriaguez máxima, 38 ; igual, 3,31/v . 1 11 -

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