Teresita dedos verdes

Cuando Teresa ya estaba grande y alta como un tallo de rosa, un zapatero le regaló unos zapatos mágicos. No se sabe si los zapatos eran encantados o si el zapatero era un mago loco o si el cielo había destinado este amor, pero Teresita se enamoró perdidamente de Roberto el zapatero.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=