Teresita dedos verdes
Pero la muerte y la vida están muy unidas, y la Gran Sara tenía y tenía bebés y los cuidaba con la paciencia que solo una mamá de más de veinte niños puede tener. Caminaba lento peinando su largo pelo negro por el infinito patio de su casa de adobe.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=