Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

97 "Hemos observado su conducta doméstica, su sobriedad, sus procederes francos y honestos, su aplicación al estudio, y todas las virtudes que caracterizan al hombre de bien y al Ciudadano. ¡Cuántas veces a la relación de nuestros sucesos le hemos visto conmoverse hasta el punto de derramar lágrimas! ¡Cuánto ha sido su interés en informarse hasta de los más menudos pormenores! Con qué oficiosidad le hemos visto dispuesto a servirnos con sus luces, con sus libros, con sus facultades, con sus conexiones!" 139 . También se expresó la opinión de Bello en otros textos que conocemos sólo indirectamente, como una de sus cartas a John Robertson, su amigo de Curazao. Éste contesta, el 10 de diciembre de 1810, una misiva por la que Bello le ha presentado a Miranda. Robertson dice coincidir con la opinión de su amigo de Londres: "Yo le debo a usted mucha gratitud, porque me ha proporcionado el conocimiento del señor Miranda, y le doy por ellos las gracias más sinceras. Mi opinión es muy conforme a la de usted respecto de este hombre ilustre, y no he necesitado mucho tiempo para reconocer en él al estadista, al guerrero y al legislador consumado" 140 Miguel Luis Amunátegui expresa que "don Andrés Bello manifestó todo el resto de su vida una grande admiración a Miranda" 141 . Esto significa que, a lo largo de los 36 años que vivió el sabio en Chile, Amunátegui y otros discípulos suyos le escucharon reiteradas veces manifestar tal sentimiento. Este había nacido, o en todo caso se había hecho intenso, durante sus encuentros, en 1810, y reafirmado durante los dos años que Bello residió en la casa de Miranda, en esa "cuna de nuestra independencia y también de gran parte de nuestra América" y "refugio y consuelo de precursores y libertadores", según la expresión de Miriam Blanco-Fombona 142 ; aquel lugar del cual el Precursor había dicho: "Mi casa en esta ciudad es y será siempre el punto fijo para la Independencia y Libertad del Continente Colombiano" . Salcedo-Bastardo, después de recordar la afirmación de Amunátegui relativa a la admiración de Bello por Miranda, expresa: "Podemos agregar el hecho de que al año y tres meses de haber expirado en La Carraca el 139 Ibíd., p. 12-13. 140 Andrés Bello, Obras Completas , vol. XXV (vol. I del Epistolario de Bello ), p. 20. 141 M. L. Amunátegui, op. cit., p. 94. 142 M. Blanco- Fombona de Hood, «El Londres de Andrés Bello”, en el vol. Bello y Londres I , p.184.

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