Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

92 declara: ―La tolerancia religiosa es admitida por la Constitución y ningún ciudadano será jamás molestado por sus opiniones religiosas‖ 130 . Miranda admira a los mártires de la intolerancia religiosa y visita con unción lugares como aquél donde fue quemado Juan Huss, en Constanza, o en Ginebra, aquél en que fue inmolado Miguel de Servet; también en Rouen el sitio del suplicio de ―la pobre Doncella‖, dando expresión a su condena a tanta barbarie. Por supuesto que los mártires de la libertad política reciben igualmente su homenaje, como el que rinde al Conde Egmont, visitando, aquí, en Bruselas, la casa donde estuvo prisionero y el lugar mismo en la Gran Plaza donde tuvo lugar ―la infame ejecución de los Condes Egmont y Hornes‖, y condena ―la execración y refinamiento de la tiranía española‖ 131 . 130 “Proyecto de Gobierno Provisorio”, en América espera , p. 291. 131 Colombeia, vol. VII, pp. 241-242: “Enfrente de la Casa del Rey, que llaman, están aún las piedras con un agujero cuadrado en que se fijó el cadalso para la infame ejecución de los condes de Egmont y Hornes. Y la gran escalera de dicha casa por donde estos infelices bajaron al suplicio está hoy dividida en dos por una muralla, y la mitad en la gran puerta que la cierra, tapizada [¿tapiada?] también, una execración y refinamiento de la tiranía española”.

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