Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor
49 ginebrino. Las anotaciones del viajero caraqueño muestran la emoción que lo embarga al visitar y contemplar lugares donde vivió y creó sus obras ―el poético escritor‖; y a la vez dejan ver su sentido de las bellezas naturales. El 24 de octubre de 1788 escribe que ―toda la bajada hasta Vevey es deliciosa, por entre viñedos de una parte y otra, que se elevan en anfiteatro con sus terrazas y cubren toda la montaña‖. Y al día siguiente, éstas son las anotaciones de Miranda: : ―La mañana en casa estudiando. Por la tarde, a la dos, salí con un guía, y fuimos al paseo Derrière l‘Aile que llaman, a la orilla del lago y con vista y hermosa arboleda [...]. Fui en casa del librero que me vendió la Eloísa de Rousseau, para leer estas escenas y descripciones interesantes [...] y luego me volví para montar a la terraza de la iglesia de San Martín, que está por encima de la ciudad... Válgame Dios ¡qué hermosa vista! Subí aun a la torre, de donde no solamente se ve el lago, rocas de Mailleraiz, montañas de Savoya y al pie el village de St. Gengout, más distante la Villa de Evian, etc.; más sobre la izquierda, la llanura de Aigle; embocadura del Rhone; la Villeneuve; castillo de Chillón, aislado en el lago; el de Chatellar y la agradable villa de Clarens, con su ameno bosque que Rousseau ha inmortalizado; los Alpes de la Suiza con sus nevados topes, que se alzan por encima de todo el fondo... Mas cuando uno vuelve la espalda hacia la montaña y ve un extenso y bien graduado anfiteatro, cubierto de viñobles, frutales, arboledas por allí..., al tope prados y espesos bosques, ¡no puede imaginarse un cuadro más vario y hermoso! Y así me estuve gozando de su vista hasta ponerse el sol, pues no me harto de verlo. Me fui después en casa del librero, donde leí varios de los pasajes de Rousseau que hablan de estos sitios deleitosos. Me llevó éste a la terraza de su casa, que da sobre el lago. Desde allí clara y distintamente me enseñó los parajes de la escena que trae Rousseau en la Nouvelle Eloïse . Me retiré a casa luego, donde me entretuve el resto de la noche leyendo la bella y exacta descripción que de estos sitios hace este hábil y poético escriptor ‖ 64 . En la aldea de Nufenen, en agosto de 1788, el espectáculo de las cien o más fuentes que descienden de la montaña y una catarata que cae 64 Colombeia , vol. VIII, p. 96.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=