Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor
144 actitud personal de Bello fue de pacificador. Quiso y predicó la paz total, "la paz sin recelos ni rencores" 245 . Así pues, primero frente a la ruptura de la Gran Colombia, después en Chile frente al menos a tres situaciones conflictivas de su país de adopción, con su pluma y su verbo, Andrés Bello sostuvo una posición minoritaria, casi aislada. Fue la voz de la minoría, pero la voz justa que defendió la paz, el derecho, los principios. Y como lo anota Miguel Luis Amunátegui, "Bello se hallaba profundamente convencido de que el único remedio eficaz del malestar social que aquejaba a las nuevas repúblicas era un estado perfecto de paz y tranquilidad, que les permitiese afrontar por todos los ámbitos posibles el cultivo intelectual a fin de completar la revolución operada en el orden político por otra revolución correspondiente llevada a cabo en el orden moral. La ilustración [= la instrucción] era, en su concepto, la condición indispensable de la libertad" 246 . A este respecto, recordamos la idea análoga de Miranda, expresada ya en 1788: "Ningún pueblo sin filosofía ni gran instrucción puede preservar su libertad" 247 . Bello, como Viscardo, como Miranda, Bolívar, San Martín y otros próceres de la independencia hispanoamericana, sin duda, anhelaba poder resolver ―el difícil problema‖ de que hablaba el Precursor a los franceses, en 1795: "aliar la libertad de un pueblo con la calma y la tranquilidad" 248 . La Memoria de la Cancillería Chilena de 1864 figura lo que Lira Urquieta llama "una página hermosa en la cual la pluma de Bello entona su postrer canto americano" 249 . Al elogiar la idea de constituir la Unión Americana, y fundamentar la opinión de que Chile debía concurrir a la reunión internacional en que se estudiaría esa unidad, expresa Bello: "El objetivo primordial que a nuestro juicio debe buscar la Unión Americana es garantir contra todo género de contingencias la estabilidad exterior de nuestras repúblicas. Los peligros capaces de comprometerla seriamente 245 Ibídem, p. 158. 246 M. L. Amunátegui: Vida de Don Andrés Bello , Edición de la Embajada de Venezuela, Santiago, 1962, p. 329. 247 Escribe estas líneas Miranda el 8 de septiembre de 1788, en Zurich. Colombeia , vol. VII, p. 471. 248 F. de Miranda: Opinión del General Miranda sobre ..., p. 235. 249 P. Lira Urquieta: Andrés Bello , F. C. E., México, 1948, p. 178-179.
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