Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

132 independencia, esperaba una confirmación en los hechos de esa opinión mayoritaria.‖ 211 . Miranda tenía una clara concepción ética de la justicia o injusticia de una guerra. Es significativo que un capítulo del documento ―Opinión del General Miranda sobre la situación actual de Francia y los remedios convenientes para sus males‖, publicada por él en 1795, se titule "La Paz". Si concordamos las afirmaciones que allí hace Miranda con su posición independentista respecto del continente, tenemos que sólo justifica hacer la guerra: Primero: por la libertad oprimida; segundo: para obtener la independencia de un país dominado por otro. La guerra de conquista es absolutamente injustificada. Si Miranda aceptó servir en el Ejército de Francia fue porque la libertad era, en su concepto, una causa común para Francia y las Colonias Hispanoamericanas, como lo expresa en el documento fechado el 24 de agosto de 1792: ―Como la libertad de los pueblos es un objetivo que interesa igualmente a la nación francesa, y principalmente aquella de los pueblos que habitan la América del Sur (o Colonias Hispanoamericanas) [...] y que desean también sacudir el yugo de la opresión [...]; es necesario que su causa sea protegida eficazmente por Francia, puesto que es la de la libertad, y que me conceda el permiso (en el momento que se presente la ocasión) para ocuparme principalmente de la felicidad de ellas, estableciendo la libertad y la independencia de sus países‖ 212 . Sobre la libertad recién alcanzada en Francia, se desencadenaba en 1792 la agresión armada de las fuerzas del absolutismo que pretendían ahogarla. Pero en 1795, la situación era muy distinta. Se había llegado a ahogar la libertad por los mismos franceses, por algunos de ellos, y a cometer terribles crímenes en nombre de la Revolución. Francia había extendido sus fronteras, apoderándose de territorios ajenos. Miranda denuncia que toda conquista es ilegítima; que no es compatible con la causa de la libertad y los derechos del hombre. Su pluma es elocuente. Sus afirmaciones plasman en expresiones rotundas. ―La gloria de las conquistas no es digna de una república fundada sobre el respeto debido a los derechos del hombre y a las sublimes máximas de la filosofía [...]. La verdadera gloria de un pueblo libre consiste 211 F. de Miranda: “Memoria”, 29 de abril de 1803, en América espera , p. 302. 212 P.117.

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