Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

125 impidió viajar. Finalmente, murió en el destierro. En la agonía, sus últimas palabras fueron para pedir agua de la Cordillera de los Andes. Miranda no sólo tenía sus obras, sino que también hizo uso de ellas en su lucha por la independencia. En un memorial dirigido al Primer Ministro de Inglaterra William Pitt, en mayo de 1790, al ponderar las características de América Hispana, reproduce un hermoso elogio de Chile, del ilustre sabio desterrado, identificando en nota el pasaje que ha citado: ― Historia naturale del Chile , Bologna, 1782, página 333‖: ―El hombre goza de todo el vigor que pueden suministrarle las bondades de un clima inalterable. Una tardía muerte viene, en general, a cortar el largo discurrir de sus días. Los de origen europeo son en su mayoría de bella estampa, especialmente las mujeres, muchas de las cuales se encuentran dotadas de una singular belleza‖ 202 . Con las bellas expresiones de Molina, presentaba Miranda a los chilenos ante las ―pragmáticas‖ autoridades inglesas, que más de una vez sonreirían ante los argumentos del Precursor, como más de una vez desmintieron las esperanzas que habían dado de ayudar a la causa hispanoamericana. En el mismo documento, Miranda se vale de palabras de otro ilustre sacerdote, español en este caso, de Feijoo, para elogiar la cultura de los americanos: ―La cultura en todo género de letras humanas, entre los que no son profesores por destino, florece más en la América que en España‖. Y documenta al pie de página: Feijoo: Cartas eruditas, tomo V, cap. X, 1764 203 . El 13 de diciembre de 1805, tratando de obtener apoyo o al menos neutralidad frente a la expedición que proyecta, se entrevista con el Presidente Jefferson de Estados Unidos. En enero, para tener una especie de autoconstancia de esa reunión, escribe al presidente y le envía de regalo un libro del Abate Molina: ―Tengo el honor de enviarle la Historia Natural y Civil de Chile , sobre la cual conversamos en Washington. Usted podrá quizás encontrar más interesantes hechos y más grandes conocimientos en 202 F. de Miranda: América espera , p. 107. 203 R. Jaramillo: La más importante obra poética juvenil del Abate Juan Ignacio Molina Elegías latinas de la viruela, 1761. Ediciones “Nihil mihi”, Santiago 1976, p. 24.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=