Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

13 La insurrección realista en la ciudad de Valencia acarrea las primeras confrontaciones armadas. Se entrega el mando al Marqués del Toro, quien fracasa. Sólo en segunda instancia se acude a Miranda, quien ataca y toma la ciudad, entregando así la primera victoria militar a la causa patriótica. Pero ya las divisiones, los resentimientos, la envidia y la pequeñez —que se dieron también en esa época en otros países hispanoamericanos— hacían su labor. Se critican las medidas de Miranda para escarmentar a los rebeldes. El general victorioso se revela como estratega realista y visionario al proponer atacar de inmediato a los realistas, atrincherados en Coro y Maracaibo. El Gobierno en principio accede. Pero el Congreso se opone. Se estima que el creciente prestigio de Miranda es peligroso. Los resultados de esta negativa serán fatales. Dice al respecto el ilustre historiador Caracciolo Parra-Pérez: "Semejante actitud había herido de muerte a la Revolución: pasó el momento de vencer, y la ocasión que quería aprovechar el clarividente Miranda no se volverá a presentar. La absurda actitud de las autoridades revolucionarias basta para explicar el fracaso de la campaña de 1812 y sus funestas consecuencias" 11 . "Perdióse así por la inquina de unos cuantos individuos irresponsables la mejor ocasión de destruir los principales centros de la resistencia realista en el país. La mayoría de los diputados descuidaba gravemente los intereses de la República y perseguía como fin primordial quitar el mando militar a Miranda, temiendo que usurpase también el poder civil después de alcanzar alguna victoria decisiva y unificar las provincias bajo la bandera independiente. El egoísmo y la estrechez de miras privaron entonces a la Revolución de su jefe natural y causaron males irreparables 12 . Bolívar 11 C. Parra-Pérez, Miranda y la Revolución francesa , II, 395. 12 C. Parra-Pérez, Historia de la Primera República de Venezuela, II, 75. Reproducimos aquí la nota 17, que cita opiniones de otros autores: "Palacio Fajardo, he. cit., p. 117. Zea, en su Historia de Colombia, también es categórico a este respecto: desde el momento en que se recurría a la fuerza era necesario emplearla hasta el extremo: el gobierno negó a Miranda el permiso de proseguir las operaciones (Citado por Mancini, p. 362). Véase asimismo el testimonio de Azpurúa: El general "quería continuar la campaña de Occidente para asegurar Coro y Maracaibo, punto de apoyo desde donde el enemigo podía emprender [sic] hasta el centro de la República, lo que ocurrió... El Congreso no aprobó aquel pensamiento y en consecuencia volvió el general a Caracas" (Doc. IV, 68)".

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=