La tierra de fuego: gente y naturaleza marcadas por el calor profundo

la tierra de fuego 14 El Complejo Volcánico Lastarria (CVL), está ubicado en la cor- dillera andina de la parte sureste de la Región de Antofagasta, en la frontera con Argentina. La distribución geográfica del CVL comprende una superficie aproximada de 12 km de largo y 10 km de ancho, destacando en una de sus zonas la presencia única de coladas de azufre, convirtiendo a este centro volcánico en un caso Volcán Lastarria Una rareza mundial excepcional dentro de la volcanología andina –y planetaria– tanto por su rareza como por la variedad de tamaño de las formaciones. El CVL se establece sobre un conjunto de lavas que conforman diversos volcanes cónicos, denominados también estratovolca- nes, identificándose de norte a sur como los volcanes Lastarria, Espolón y Negriales. Con una altitud de 5.697 metros sobre el nivel del mar, el volcán Lastarria es la estructura más elevada del CVL, sobrepasando entre 500 a 1.000 metros la línea de cumbres del entorno. El Lastarria se caracteriza por la distribución de cinco cráteres anidados y alineados en dirección noroeste, y presenta baja ero- sión, lo que ha permitido que parte importante del volcán esté completamente preservado. Además, la ubicación del CVL en un clima desértico y un viento predominante en dirección noroeste ha permitido el depósito de sales provenientes del salar Aguas Calientes, al pie del flanco norte del volcán, dando como resultado la distintiva coloración grisácea del terreno. El Lastarria es el último que ha presentado actividad eruptiva dentro del CVL, aunque no existen registros de erupciones his- tóricas y sólo se caracteriza por una intensa actividad fumaró- lica, que ha permitido el desarrollo de depósitos de azufre que posteriormente dieron origen a las coladas de azufre. Las fumarolas activas del volcán Lastarria están en los bordes de los cráteres más jóvenes y sobre la ladera noroccidental. La existencia de estas fumarolas, así como las evidencias de activi- dad explosiva, sugieren la presencia de una fuente magmática bajo la superficie, posibilitando la generación de calor para la fusión y removilización de los depósitos de azufre, facilitando condiciones ideales para originar coladas de azufre de diversos tamaños. Las más grandes se relacionan con un estado de baja viscosidad y temperatura (113 a 160°C), alcanzado longitudes de más de 250 metros, mientras que las coladas más pequeñas, de escala centimétrica, se asocian con estados de mayor visco- sidad y temperatura (>a 250°C). Si bien los depósitos de azufre son comunes en la Tierra, las coladas de azufre como las del Lastarria son muy escasas y ex- trañas en volcanes terrestres. Texto: Nicolás Esteban Hernández Soto, Felipe Orlando Vera Sanhueza/ Fotografía: Guy Wenborne.

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