Una proeza fotográfica Domingo Ulloa: imágenes del Ballet Nacional Chileno 1954-1967
La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. No es la mirada misma. Susan Sontag Nury González FRAGMENTO DE LA ESCENA No comentaré aquí la biografía de Domingo Ulloa, pero el relato de su vida –recogido en este libro por la historiadora Alejandra Araya– permite entender los recorridos y la importancia de su trabajo. A través de la fotografía Domingo Ulloa buscó, reconoció y fijó una infinidad de acontecimientos de nuestro país transformándolos a través de sus tomas en momentos inolvidables. Un ejercicio para la memoria. Pero no cabe duda que su gran pasión es el ballet, es ahí donde despliega toda la obsesión por fijar la luz y la sombra, quizás también es el desafío de representar un cuerpo en movimiento poniendo en juego todas las dificultades técnicas que ese momento le presentaba. La selección de fotografías presentes en este libro son capturas del instante en que los cuerpos están fuera de su centro, equilibrándose en los movimientos y desafiando la gravedad. Ulloa fija esos desplazamientos en el espacio total sin más herramientas que una cámara Rollei Cord 6x6. Todo se decide entonces en los tiempos de exposición y de revelado, riesgo y experimentación, como todo lo que sucedía en esos años. Casi todas son fotografías de los ensayos y representaciones de Ballet Nacional de la época, al revisar detenidamente este material podemos decir que el fotógrafo se apropia de esos momentos, de los rostros, los cuerpos, los gestos, las torsiones y los pliegues para guardarlos como testigos y ser desplegados hoy en este sorprendente libro. Una fotografía es un fragmento de la escena y a través de ellos logramos construir en nuestro imaginario el total de lo que su mirada pudo ver, las secuencias de las tiras de prueba cobran inesperadamente movimiento. Lo que tenemos frente a nosotros es un testimonio de lo que sucedía en el ballet de la época, estas fotografías dan cuenta de la atmósfera, de la luz, de la sombra, pero por sobre todo del movimiento y expresión de los cuerpos. No puedo dejar de referirme a la proyección de las sombras en las fotografías de Ulloa. En la naturaleza, la longitud de las sombras corresponde a un momento preciso del día y a una determinada temperatura de color. En un lugar iluminado fuertemente por la luz del sol, la sombra es la proyección oscura de un cuerpo opaco lanzada en el espacio siempre en dirección opuesta a aquella por donde viene la luz. Pero aquí, no hay sol, es un espacio cerrado donde capturar el instante –en esa época– era técnicamente complejo pero Ulloa logra que las sombras se dibujen y completen la composición final. No son simples fotografías de registro, destaca la armonía de la composición, el equilibrio de los blancos negros y grises, los pasajes de luz y sombra, transformándose muchas de ellas en pequeñas obras de arte. Sorprende entonces la capacidad de su ojo, su lente y su técnica para captar las huellas del movimiento representadas por estelas múltiples y fantasmales que al mismo instante amplían el cuerpo sólido. Podemos ver, sentir, casi tocar lo que está sucediendo sobre el escenario porque Ulloa –con precisión y nitidez – se apropia de lo que ahí acontece. Artista Visual Directora Museo Arte Popular Americano de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. 17 UNA PROEZA FOTOGRÁFICA DOMINGO ULLOA Imágenes del ballet nacional Chileno 1954-1967
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