Ser-humano (cartografía antropológica)
— 83 — Desde este Sermón de San Pablo en el Areópago sucede que la verdad se pre - senta ahora como “verdad revelada” y junto con ello, el logos corresponde pre - cisamente al logos divino, el logos de un Dios que se ha revelado, y esto trae consigo a su vez un descrédito de la filosofía (que es la que suscitó el tránsito del mito al logos ) y su búsqueda de la verdad. ¿Con qué fin buscar una verdad que ya se ha revelado? Vistas las cosas de este modo, es asaz decidor que, no obstante el conflicto en - tre razón y fe y sus respectivas prerrogativas, se haya mostrado en el medioevo preferentemente la acometida, reiteradamente sostenida, de una alianza entre filosofía y teología. Y ello lo decimos en vistas de que las cosas se podrían haber dado de un modo completamente distinto: que simplemente la religión occiden - tal del cristianismo hubiera seguido un camino aparte, recluida en sus templos. El viaje de San Pablo a Atenas tiene que ser visto también a través de este prisma, ya que en definitiva se entró aquí en el inicial encuentro entre filosofía griega y cristianismo. La consecuencia de ello es a largo plazo el maridaje entre filosofía y teología que perdura en el tiempo, dando con ello su impronta al período de la Edad Media. La unión es aquí tan férrea que después se requiere de un ingente esfuerzo expresado a través de la apertura de un nuevo horizonte para que se proceda ahora a un movimiento más bien contrario: separar la filosofía de la teología cristiana, la razón de la fe. Ello está aparejado con la necesidad de que el hombre encuentre un nuevo centro: el centro en sí mismo. Cristo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24: 35) 47 . “Yo soy el camino, la verdad, y la vida” (Juan 14: 6) 48 . San Pablo: “Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escri - to está: Él es el que prende a los sabios en su propia astucia. Y también: El Señor conoce los razonamientos de los sabios, los cuales son inútiles” (1 Corintios 3: 19, 20) 49 . De esta índole es el testimonio que la filosofía tiene que enfrentar, es decir, se está aquí de cara a una verdad que se presenta como absoluta, revelada y de origen divino. Si la filosofía griega se había entendido, ante todo, de acuerdo al nombre ‘filosofía’, como amor a la sabiduría y búsqueda de la sabiduría , ahora se presenta de pronto una sabiduría consumada que tiene sus cimientos en la palabra divina revelada. Está claro que ya no es ésta la sabiduría de los sofistas (humanos y nada más que humanos) que pretenden ser los sabios –y a los que Sócrates contradice– pero, más encima, tampoco se corresponde con los ade - lantos de sabiduría que ofrezca la filosofía en general, sino que la sabiduría es ahora supuestamente divina. Bien pueden haber dificultades en cómo distintos 47 http://lbla.bibliaparalela.com/matthew/24.htm 48 http://lbla.bibliaparalela.com/john/14.htm 49 http://lbla.bibliaparalela.com/1_corinthians/3.htm
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=