Ser-humano (cartografía antropológica)
— 73 — metafísica, es Heidegger, en un artículo cuyo título habla por sí mismo: La estruc- tura ontoteológica de la metafísica 35 . De todos modos, es patente que Heidegger hace esto después de muchos planteamientos de filósofos y teólogos medieva - les sobre la misma cuestión. A su vez, esta cuestión ha sido ampliamente de - sarrollada en la opera magna de Wilhelm Weischedel, El dios de los filósofos 36 . Este “dios de los filósofos”, en particular desde Aristóteles en adelante, se puede pensar como dios causa sui , utilizando en ello un término más bien prestado de Spinoza ( causa sui , causa de sí mismo). Como dice Aristóteles, si Dios fuera la causa tercera, la segunda sería más divina, de tal modo que tiene que ser nece - sariamente primera causa de todo lo que es, y ello a su vez exige con rigor que no puede ser efecto de una causa anterior, como cualquier otra causa, y por ello causa absolutamente primera, causa de todo las otras causas ( causa causarum ) y por ello mismo, causa sui (causa de sí mismo – Dios). Cuando bien dirigimos nuestra mirada a este dios, el así llamado dios de los filósofos, que se presenta de esta forma y de ahí en delante de muchas otras más –el dios de San Anselmo, Santo Tomás (en tanto filósofos) el dios de Plotino, Descartes, Spinoza, Leibniz, Hegel, para destacar sólo algunas de esas formas cómo se presenta– nos apercibimos de la tremenda fuerza que él tiene en la his - toria de la filosofía y del alcance que tiene lo que Heidegger llama ontoteología y Weischedel prefiere llamar ‘teología filosófica’ ( philosophische Theologie , en la obra ya mencionada) y que personalmente preferiría llamar mejor ‘filosofía teológica’. A propósito de la teológica filosófica Weischedel sostiene que: “La exigencia de llegar a proposiciones sobre Dios acompaña a toda la historia de la filosofía; es más, ello constituye en extensos períodos su impulso esencial; y esto es tanto así que no se va descaminado, cuando se observan los esfuerzos de la teología filosófica corno el acontecer fundamental de la historia de la filo - sofía” (GdPh, vol. 1, p. 38). Para el filósofo de la Universidad Libre de Berlín habría, igual que un ser vivo, un auge de la teología filosófica desde Aristóteles a Hegel, y luego una deca - dencia de ella desde Feuerbach hasta nuestros días. Él trae una colección de citas que avalan la tesis de que la filosofía ha sido principalmente teología filosófica. Estas citas están dispersas a lo largo de su obra; de ellas selecciono aquellas que se refieren al hombre definido por su relación con dios, a la tarea de la filosofía, definida como pregunta por dios, e incluso algunas que corres - 35 M. Heidegger, Die onto-theo-logische Verfasszíng der Metaphysík , en: Identität uind Differenz, Pfullingen: Neske, 1957. En adelante: DoV. 36 W. Weischedel. Der Gott der Philosophen. Gundlegung einer philosophischen Theologie im Zeitalter des Nihilismus ( El dios de los filósofos. Fundamentación de una filosofía teológica en la era del nihilismo ), vol. 1 y 2, Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1983. En adelante: GdPh.
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