Ser-humano (cartografía antropológica)

— 71 — 5 Con Aristóteles el animal racional no sólo encuentra su definición expresa, sino su radicalización y universalización. La razón se entiende aquí sobre todo en atención a las reglas que la han de regir, y que ciertamente son establecidas por ella misma. Desde esta perspectiva, el núcleo central del pensamiento aristoté - lico es la Lógica , de la cual él es en propiedad su fundador. La distinción entre Lógica Formal y Lógica Material es aquí relevante, dado que la primera tiene que ver con las reglas del pensar y la segunda –la Lógica Material– con la materia, los contenidos del saber (si acaso ellos son verdaderos o no) y esto es lo que atañe a las distintas ciencias. Aristóteles es plenamente consecuente con este diseño, y él mismo será a la vez el fundador de varias ciencias. A su vez, en el transcurso de la historia se irán fundando varias otras más, las cuales, vistas desde este diseño aristotélico, pueden considerarse como hitos de la Lógica Material. A su vez, en lo que atañe estrictamente a la filosofía, su campo queda perfecta - mente delimitado con Aristóteles. Se trata de la “ciencia del ser en cuanto ser” y este campo se deslinda claramente de las ciencias (que, como recién decíamos, son partes de la Lógica Material); aquí se trata del ser en tanto entes, vale decir lo referido a todo lo que es : fenómenos naturales de los que se ocupa la Física, cuerpos celestes de los que se ocupa la Astronomía, seres vivos de los que se ocupa la Biología, etc. De este modo, y como podemos observar, Aristóteles viene a ser ya el primer filósofo que establece claramente la “diferencia ontológica” entre ser y entes. Es Heidegger quien en la Introducción a Ser y tiempo le dará el nombre de dife - rencia ontológica a esta distinción, y considerará que no obstante estar ella ya planteada en la tradición filosófica, ella ha sido reiteradamente transgredida. La “ciencia del ser en cuanto ser” es bautizada por Aristóteles con el nombre de “Filosofía Primera” y las ciencias del ser en cuanto entes reciben el nombre de “Filosofía Segunda”. Corresponde poner de relieve además que con el Estagirita se establece clara - mente la distinción entre razón teórica ( nous theoretikós ) y razón práctica ( nous praktikós ) y sus correspondientes ámbitos. Esta distinción es de la mayor rele - vancia sobre todo en atención a que nos hace ver que el campo de la razón no atañe únicamente al conocimiento y las ciencias en general, sino también al ám - bito práctico, a saber, el relativo a la ética, la política, el derecho, la educación, y otros. Cabe agregar al respecto que únicamente en la medida en que la razón es reconocida en esta extensión, parejamente con ello el dominio del animal racional se hará a su vez tan amplio que, a fin de cuentas, no dejará nada fuera. Ni siquiera Dios. Esto último es de la mayor relevancia no sólo para la historia de la filosofía, sino para las concepciones antropológicas. Por de pronto, correspon -

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