Ser-humano (cartografía antropológica)
— 64 — de la literatura como Kafka, Camus, Beckett, Ionesco, Cortazar, y también en la plástica y la música. En cuanto a esta amalgama del animal racional con el hombre como centro, po - demos decir que al final del camino ello conduce a una desorientación, pero tal vez cabría agregar que ésta es una “sana desorientación”, puesto que la apertura de la posibilidad del sin-sentido permite a la vez que nos planteemos recién de veras la pregunta por el sentido. Distinta es la situación en lo relativo al tercer componente de la mencionada amalgama del animal racional –en este caso, con el hombre activo– ya que hoy nos encontramos ante un énfasis completamente unilateral y sesgado en pará - metros de productividad, rendimiento y eficiencia, que en buena medida con - tribuyen tal vez a la más poderosa modalidad de la alienación del trabajo y del a-trabajarse (el así llamado “trabajolicismo”). A su vez, ello es patentemente efecto de la instrumentalización de la razón, que se planteara en la Escuela de Frankfurt, especialmente Adorno y Horkheimer en Dialéctica de la ilustración . La razón del animal racional se ha desvirtuado, convirtiéndose en razón instrumen - tal, al servicio de poderes fácticos, como la economía y la tecnología, y más en concreto, la empresa y el Estado. 2 Volvamos ahora al tránsito del mito al logos , el que permite la constitución del animal racional. Wilhelm Nestle en su opera magna VomMythos zum Logos ( Del mito al logos ) muestra ante todo como éste es un tránsito paulatino y que se despliega no sólo en la filosofía, a saber, en Grecia, sino que impregna también las distintas expresiones de la cultura, entre ellos particularmente la literatura griega 28 . Agrega que este tránsito, que ejemplarmente realiza Grecia, se irá ex - tendiendo a otras regiones y terminará siendo un fenómeno europeo, occiden - tal y finalmente mundial. Aun así, hay culturas, que corresponden precisamente a algunas de las culturas del homo sacer , que todavía no realizan ese tránsito y que se mantienen en nuestra época en algunos casos en estado virginal y en la mayoría de los casos, ya bajo la influencia de nuestra civilización tecno-científica. Considera Nestle a su vez que el mencionado tránsito nunca termina de comple - tarse en razón de que el mito no desaparece del todo y vuelve a aparecer bajo nuevas figuras incluso en nuestro tiempo. Tengamos en cuenta tantos ejemplos, que adoptan el carácter de modelos, que vienen del cine y la televisión. Pero, a mi modo de ver, el punto de mayor relevancia que plantea Nestle en su vasto y meticuloso análisis es el que se refiere a como el mencionado tránsito tiene lugar ante todo en individuos. Así, por ejemplo, lo que se desprende del 28 W. Nestle, Vom Mythos zum Logos (Del mito al logos) , Stuttgart: Kröner, 1942, p. 21ss.
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