Ser-humano (cartografía antropológica)

— 60 — esto en una esfera interna, de alguna forma se da que por lo que haces, pagarás , y aunque los demás, tal vez incluso los afectados por tus actos, ni siquiera te lo cobren. En otras palabras, no hay un equivalente simétrico en nosotros a la culpabilidad que tenga relación con el bien. Pero, desde luego igual corresponde hablar, en algún sentido, de una internalización del bien, en cuanto al forjarse paulatino del concepto de responsabilidad en nosotros y que nos lleva a advertir que distinguimos entre bien y mal a partir de un principio interno y que el pro - curar “ser buenos” depende también de nosotros, no siendo simplemente algo que venga dado desde fuera como un don. Esta cuestión no deja de ser compleja ya que muy distintos autores –filósofos y teólogos– plantean dificultades respecto de considerar a alguien como “bue - no” o poseedor de una “buena conciencia”; esto equivaldría a fariseísmo, de acuerdo con la Biblia, y en esto coinciden no sólo Ricoeur, sino también desde el cristianismo hasta Nietzsche, como bien lo muestra H. G. Stoker en su obra sobre La conciencia 26 . El homo sacer , por lo visto, se mueve en una esfera puramente moral y en el se - gundo momento del estadio de la externalidad, el de la culpa colectiva, contrae culpas particulares tipificadas en ciertos códigos de la tribu. Podríamos agregar al respecto que esto se habrá de mantener desde el animal racional hasta nues - tros días. También para nosotros sucede que contraemos culpas particulares porque faltamos a ciertos códigos que, de todos modos, ya no se apoyan en creencias, sino que están fundados en ciertas concepciones de la moral y códi - gos de la ley positiva. Mas, cabe reconocer que las coordenadas en que se mueve el homo sacer – nuestro antepasado no sólo más antiguo, sino el que tiene lejos más larga vida, e incluso más larga vida que los ejemplares de todas las siguientes 10 concep - ciones antropológicas– son tan poderosas que, según lo hace notar Ricoeur, aún nosotros –habría que decir, como hombres lábiles, según el mismo autor– segui - mos estando determinados por ellas. Ricoeur plantea que apenas el mal se mul - tiplica, es decir a alguien o a un grupo comienza a irle mal en muchos aspectos, reaparece entonces la externalidad del mal con todos sus fueros. Justamente entonces quien es afectado por ello se siente estigmatizado y los demás también lo ven así. 26 H. G. Stoker, Das Gewissen. Erscheinungen und Theorien (La conciencia. Fenomenizaciones y teorías) , en: Schriften zur Philosophie und Soziologie (Escritos de Filosofía y Sociología) , editados por Max Scheler, Bonn, 1925. En adelante: DG.

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