Ser-humano (cartografía antropológica)
— 59 — Pero, si hablamos de un estadio de internalización del mal, a raíz del cual suce - de en definitiva que acabamos llevando una mancha inmaterial en nosotros –la culpabilidad– que, diríamos, nos humaniza, ya que nos predispone a contraer culpas particulares, todo esto se apoya en el supuesto de que históricamente ha nacido el individuo , esto es, que se ha superado la etapa del ser gregario del hombre, que ya no es simplemente miembro de una tribu, sino que comienza a ser de modo incipiente un “yo”. Con todo, si bien lo observamos, más bien habría que decir aquí que justamente la internalización del mal y la consiguiente constitución de la culpabilidad indu - cen al nacimiento del individuo. En buenas cuentas, lo anterior quiere decir que el individuo nace con la ética, con el reconocimiento de que hay algo en cada cual, un principio interno, que juzga y distingue entre lo bueno y lo malo: la culpabilidad, la cual finalmente se insertará en una conciencia ética individual. La culpabilidad es el primer paso para que, a fin de cuentas, se constituya esta última –la conciencia. Ciertamente que el tema del nacimiento del individuo es demasiado grande y resulta imposible abordarlo aquí, simplemente por carecer de suficientes ele - mentos de juicio al respecto. Únicamente cabe decir que en el conjunto de las concepciones antropológicas –el homo sacer se encuentra todavía significati - vamente en un estadio gregario. Si tenemos en perspectiva el modo como Ar - nold Toynbee aborda la diferencia entre cultura y civilización en su Estudio de la historia , cabe decir que el hombre en la fase de la sola cultura desconoce lo que puede ser el progreso y por ello está preferentemente haciendo siempre lo mismo 25 . Ello atañe, como vemos, particularmente al homo sacer , el cual, según Eliade participa más encima de un “terror a la historia”. Pero, con el nacimiento de las civilizaciones, en que sucede, según Toynbee, que serán unos “pioneros” los que dan el salto cualitativo a una nueva etapa en que comenzará un progreso inicial y se crearán instituciones racionalmente organizadas, diríamos que esos pioneros han de ser los primeros individuos, que manifiestan independencia y capacidad de tomar decisiones propias. Más adelante, la constitución del animal racional y la internalización del mal de la que hemos hablado (que conducirá a la vez al nacimiento de una conciencia ética individual que juzga con independencia acerca de lo que haya que decidir y hacer) pueden ser observadas como factores que contribuyen a que el individuo se despliegue cada vez más. Hemos hablado en lo ya dicho de una internalización del mal, mas nos parece cuestionable hablar de una internalización del bien. Esta duda encuentra su jus - tificación, ya que ello nos llevaría a un supuesto de recompensa que recibes por lo que haces. La culpabilidad, en cambio, supone que, no obstante tenga lugar 25 A. Toynbee, Estudio sobre la historia , Madrid: Alianza, 1971, p. 105 ss.
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