Ser-humano (cartografía antropológica)

— 58 — de la moral que en una tribu alguien puede haber cometido un crimen, y se sabe quién fue, mas el modo de superar esta situación embarazosa es a través de la práctica de ritos sacrificiales de expiación del mal. Con el fin de ofrecer algo de valor a la divinidad, espíritu o demonio que provoca ese mal, a saber, algo que se aprecia y se ama particularmente, se sacrifican tal vez algunos de los mejores guerreros o la princesa, la hija del jefe tribal. Ricoeur centra a su vez su análisis especialmente en el concepto de ‘mancha’, aludiendo con éste a que el mal, al manifestarse y hacerse visible, se presenta como una mancha, es decir, una suciedad o impureza, ocurriendo ello en cual - quiera de los dos momentos de la externalidad. Por la contraparte, el bien se presenta como pureza, como lo inmaculado, diáfano, impoluto, cristalino. Esto es particularmente interesante porque supone, como también subraya Ricoeur, que el sentido más originario de los parámetros morales y éticos está en lo puro y lo impuro. En este contexto importa también poner de relieve la diferencia entre ética y moral, ya que si la moral tiene que ver con las costumbres ( mores ) se entiende que ella haya tenido que ser lo primero, y que, por lo mismo, determina al homo sacer y al primer estadio de externalidad del bien y del mal, que le es propio. Ricoeur presenta un esquema muy revelador que muestra como enfrenta el mal el hombre arcaico, y que es el siguiente: mal – mancha – temor (que puede ascender a terror o pánico) – ritos sacrificiales de expiación. Lo que es de carácter propiamente ético, siguiendo los pasos del análisis de Ri - coeur, comenzará con el segundo estadio, que corresponde a la internalización del mal. Aquí se trata de cómo el mal es remitido a una interioridad, no siendo más una culpa colectiva, sino individual. Es decir, sucede ahora que, de alguna forma, la mancha, que antes era externa, se internaliza en cada uno y con ello se des-materializa, constituyéndose como culpa individual, en rigor, culpabilidad. En esto se advierte visiblemente una influencia de Jaspers sobre Ricoeur (lo que tiene que ver con la primera etapa del filósofo francés) en el sentido de lo que Jaspers ya en su obra de 1919, Psicología de las concepciones de mundo , conci - be como “culpa esencial” ( wesenhafte Schuld ) o también culpabilidad ( Schuldig - sein ). Heidegger replanteará un concepto de similar alcance en Ser y tiempo en 1927. En ambos la culpa esencial o culpabilidad vale como determinación onto - lógico-existencial en lo que respecta a contraer culpas particulares y a su vez en ambos ello se apoya en nuestra esencial finitud humana. Como podemos obser - var, estas ideas de ambos pensadores ejercen una decisiva influencia a su vez sobre Ricoeur y que ya se advierte en el título de su obra Finitud y culpabilidad .

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=