Ser-humano (cartografía antropológica)
— 177 — 3 Peter Sloterdijk propone en una Conferencia titulada “¡Tienes que cambiar tu vida!” ( Du musst dein Leben ändern! ), aparte del libro del mismo nombre, un pensamiento que acogemos aquí plenamente, cual es que de cara al futuro del mundo, no se trata de grandes proposiciones y programas de cualquier índole: tecnológica, económica, política, u otra, sino de un cambio que te concierne a ti mismo 113 (lo cual ciertamente revela cierta impronta platónica). En efecto, desde los inicios mismos de la filosofía, desde los primeros filósofos como Pitágoras y posteriormente con Platón, se expresa el desafío de ampliar la conciencia y ello está íntimamente asociado con la paideia , la formación, la educación. El giro dado en las concepciones antropológicas hacia el ser humano singular retoma este mismo impulso, de acuerdo con el cual únicamente podemos pretender cambiar el mundo en la medida en que partimos con un cambio en nosotros mismos. Y a la vez se trata de vivenciar y asumir lo más cabalmente que poda - mos el ahora, el instante. Mas, en rigor no “se trata” de nada, por cuanto no es el tratar algo lo que aquí importa, sino más bien el asunto es dejar que el instante se manifieste por sí mismo. A cada instante se juega nuestro ser, de ser tanto lo que queremos como lo que debemos ser. A cada instante se decide quién y qué eres (algo en lo que Sloterdjk pone particular énfasis en su Conferencia). Agreguemos que es en relación con la primacía ontológica del instante que debe entenderse a su vez el hombre como posibilidad. Nuestro ser posible se juega ahora en este instante. Pero, esto no significa de ninguna manera atomizar cada instante, y a partir de ello saltar de uno a otro. Si nos ejercitamos en sumergirnos cada vez más en el instante, con Kierkegaard podemos decir que entonces él mismo acaba uniéndose, como por una cadena de plata, con la eternidad. Y así como el instante kierkegaardiano está pensado desde la improbabilidad, la imposibilidad de que algo ocurra y, sin embargo, ocurre, expresándose esto so - bre todo en la elección de aquello, así también en Hannah Arendt la acción que puede cambiar el estado de cosas vigente en un momento, en una época dada, está pensada también desde un “infinito improbable” en el artículo “¿Qué es la libertad”, y esto lo relaciona a su vez con uno de sus pensamientos decisivos –la natalidad: la acción que suscita un cambio radical es un nuevo nacimiento, más precisamente, un “segundo nacimiento”. (Como observamos, vuelve a aparecer aquí el “segundo nacimiento” al que nos referíamos antes con base en Meister Eckhart y en Kierkegaard, sólo que ahora en un vínculo singular, a saber, con la acción). Podríamos decir que el cambio en la conciencia que pudiera provocar un cambio en nuestro modo de habitar el mundo, se presenta como este “infinito improba - 113 P. Sloterdijk, Du muss dein Leben ändern (Tienes que cambiar tu vida) , Suhrkamp, Frankfurt am Main, 2009.
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