Ser-humano (cartografía antropológica)

— 138 — volitivo; y a esa alianza habría que agregar también al sujeto universal, ya que eso le permitió al animal racional, por decirlo así, replantearse ontológicamente, al reconocerse entonces como agente del despliegue de ese sujeto, espíritu o razón universal hegeliano. 4 Antes habíamos hablado de las modalidades de historia y a su vez del relato his - tórico –la historiografía– que distingue Walter Schulz, a saber: la historia trágica, centrada en la idea de destino, y que representa Heródoto; la historia de acuerdo a la concepción del hombre que apetece el poder, representada por Tucídides; la historia, que podemos llamar soteriológica ( soteriós = salvación) representada por el cristianismo. En particular nos interesa ahora esta última, ya que desde ella en adelante está decididamente en juego el intento de darle un rumbo a la historia, de fijar y darle un sentido y una dirección a los acontecimientos. Este modelo impuesto por el homo viator , cabe reconocer que, justamente en cuanto a fijar un rumbo histórico, de facto ha sido exitoso. Y la cuarta modalidad histórica e historiográfica que considera Walter Schulz, es la historia moderna; ésta es la primera que viene a expresar lo que sería lo pro - piamente histórico, vale decir, la historia hecha por el hombre, que no sólo es su protagonista, sino su gestor. Este sentido moderno de la historia se presenta con extraordinaria fuerza en Nietzsche (que sobresale como pensador historicista y genealogista). De un lado, es historicista porque en lo fundamental abre la historia hacia posibilidades fu - turas; de otro lado, es a la par genealogista, porque aquel despejo del futuro es únicamente posible sobre la base de una genealogía del acontecer de los fenó - menos en su desenvolvimiento histórico. El sentido de la historia se expresa también de modo elocuente en la escena del loco en el mercado que proclama la muerte de Dios, ya que él dice (o, como destaca Heidegger, más bien grita ): “¡Dios ha muerto! ¡Dios está muerto! ¡Y nosotros lo hemos hecho morir! ¿Cómo nos consolaremos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que el mundo ha poseído hasta ahora se desangró bajo nuestros cuchillos, -¿quién nos lavará esta sangre?, ¿con qué agua podemos limpiarnos? ¿Qué ritos de expiación, qué sagrados juegos tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de esta acción demasiado grande para nosotros? ¿No debemos convertirnos nosotros mismos en dioses para mostrarnos dignos de ella? No hay una acción más grande, -¡y todos los que nazcan después de nosotros, pertenecen debido a esta acción a una historia más alta que todas las historias que hubo hasta ahora!» 93 . 93 http://diogeneselcan.blogspot.com/2007/04/aforismo-125-de-la-gaya-ciencia.html

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