Ser-humano (cartografía antropológica)

— 127 — dador del ser humano activo, es considerando el impacto que han tenido sus planteamientos en el mundo, y fundamentalmente en términos de una enorme transformación política. El decidido giro marxiano hacia la praxis y la acción ante todo lo expresa el conjunto de las Tesis sobre Feuerbach , de 1845, y en particular la N° 11, que viene a ser como una culminación de todas las anteriores. Ella dice: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modo el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” 82 . El materialismo histórico pensado por Marx nos muestra que el mencionado giro hacia la acción tiene que ver con una pareja afirmación de la producción y cómo la historia de la humanidad puede ser explicada a partir de las transfor - maciones en los modos de producción y no a partir de la conciencia, el arte, la religión, la ciencia, todo lo cual correspondería más bien a una superestructura. Las fases del materialismo histórico serían: comunismo primitivo, despotismo oriental, esclavismo, feudalismo, capitalismo, y a ellos le seguirían el socialismo y el comunismo. En el Prólogo de la obra Contribución a la crítica de la economía , de 1859, dice Marx: “En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas re - laciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de produc - ción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política, y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material con - diciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contra - dicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas producti - vas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios ma - teriales ocurridos en las condiciones económicas de producción, y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídi - cas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas ideo - lógicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo 82 http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/45-feuer.htm

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