Ser-humano (cartografía antropológica)

— 114 — negativa (planteada en términos de que el ser no es un ente ) son expresiones de algo más amplio que sería un “pensamiento negativo”, corresponde resaltar las últimas palabras de Schelling, ya que claramente se inclinan más bien por lo que desde Heidegger en adelante entenderíamos como “ontología negativa”. Dios, con todo lo grande, inconmensurable que se nos presenta, sólo es (y agregue - mos aquí: independiente de lo que fuere). Pues bien, vistas las cosas así, la más radical de todas las preguntas seguirá siendo siempre la pregunta por el ser. Leíamos también en las palabras de Schelling acerca de la ciencia buscada, en rigor del intento de “apoderarse de la ciencia perfecta”. ¿De qué ciencia se trata aquí? Gadamer, refiriéndose a este texto, nos da la respuesta que atañe también a Hegel (tengamos en cuenta en ello además a la Ciencia de la Lógica y La doc- trina de la ciencia – Wissenschaftslehre – de Fichte). Dice Gadamer respecto del idealismo alemán: “En aquel tiempo la filosofía se atrevió por última vez al intento de entenderse a sí misma como ciencia total / Gesamtwissenschaft / y en su todo conceptual abarcar las ciencias empíricas como en una enciclopedia del espíritu” (PhL, p. 10). 3 Sin que en distintos científicos actuales haya alguna sospecha de ello, lo que se formula en la ciencia como principio antrópico , está claramente anticipado por la mentada constitución del sujeto universal del idealismo alemán. El principio antrópico sostiene que si estoy pensando el universo como lo estoy pensando, el universo tiene que haber sido de cierta forma que permite que yo lo piense así 75 . En otras palabras, así como ya lo veíamos con Fichte, cada uno no es sino un último eslabón del despliegue del cosmos o universo. Como hemos visto, sucedió con el ser humano como centro que él se constituyó tras gigantescos esfuerzos que significaron elevados sacrificios en aras de con - seguirlo. Cuando el hombre llega finalmente a centrarse en sí mismo es tal el peso y la relevancia que tiene esta transformación que todas las siguientes con - cepciones antropológicas llevan la marca de fuego del ser humano como centro. Mas, sucede que al mismo tiempo cada una de las siguientes concepciones va teniendo alguna relación de carácter contestatario con el hombre como centro, y sin embargo no apartándose del todo de él. Esto es lo que ya sucedía con el hombre finito. Tengamos en cuenta que Descartes a la vez que es fundador de la modernidad, es fundador del racionalismo moderno, y que la razón por él desplegada se presenta como ilimitada, como que nada puede quedar fuera de las posibilidades de su develamiento de los fenómenos. Pues bien, con el suje - 75 H. Reeves, El primer segundo. Últimas noticias del cosmos, 2 , trad. de Cristián Vila Riquelme, Santiago: Andrés Bello, 1998, p. 224 ss.

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