Memoria de la Universidad de Chile 2012-2013
Pág. 34 - Memoria 2012-2013 Los procesos de innovación curricular en la formación de pregrado han implicado la realización de múltiples ac- ciones, con apoyo del nivel central, para hacer efectiva la implantación de un nuevo modelo educativo. Los ejes centrales de estas acciones implicaron promover una pedagogía centrada en el es- tudiante que privilegia el uso de métodos participativos, avanzar en la valoración del tiempo del estudiante a tra- vés de la adopción del Siste- ma de Créditos Transferibles (SCT), adoptar un modelo de formación orientada por competencias, desarrollar competencias genéricas que otorguen un sello formativo a los estudiantes y promover estrategias metodológicas y procesos evaluativos adecua- dos para las competencias que se pretende desarrollar. En el contexto de este pro- ceso de innovación curricu- lar, se establecieron líneas formativas aplicables a todos los programas de pregrado que ofrece la Universidad, incluyendo la formación ge- neral, la formación básica, la formación especializada y la formación complementaria, dando una mayor coherencia institucional a los procesos formativos que se desarrollan en las distintas unidades aca- démicas, en armonía con los principios orientadores que guían a la Universidad. En la formación de postgrado ha habido avancesmuy signifi- cativos en el número anual de graduados, lo que revela un considerable fortalecimiento de los procesos formativos en este ámbito en las unidades académicas. En efecto, entre el 2006 y el 2013 el número de graduados de programas de Doctorado aumentó en un 63.5%, en tanto que en el caso de los programas de Ma- gister el aumento fue de un 257%. El aseguramiento de la calidad también ha sido una preocupación institucional en este ámbito de la formación, que se expresa en la creación de una unidad especial en el Departamento de Postgrado y Postítulo para apoyar los pro- cesos de acreditación de los programas. Los cambios descritos han estimulado el ejercicio de re- pensar la docencia, cuestio- narla desde una perspectiva autocrítica como una acción fundamental para la instala- ción de una cultura de autoe- valuación que no responda solo a los procesos periódicos de acreditación, sino que se incorpore como parte de un sistema institucional de ase- guramiento de calidad. Quedan muchos desafíos pendientes en el ámbito de la docencia. Ciertamente la irrupción masiva de nuevas tecnologías que permiten un acceso inmediato e ilimitado a la información en todos los campos del conocimiento está impactando de una forma aún no evaluada los procesos de aprendizaje a lo largo de todo el ciclo formativo, desde el ambiente pre-escolar a la universidad. Esto lleva a la ne- cesidad de reflexionar sobre cuáles serán las nuevas for- mas que adoptará la docencia en un futuro no tan lejano. Desde una perspectiva más convencional y cercana, pare- ce necesario avanzar en cam- bios que permitan una mayor flexibilidad de los programas y posibilidad de transferencia entre ellos; la posibilidad de entregar certificaciones inter- medias, anteriores a la obten- ción del título o grado; el re- conocimiento de la formación post-licenciatura como parte de un ciclo formativo que fi- naliza con el otorgamiento del grado de Magister; y una vinculación más efectiva en- tre la formación de pregrado y postgrado. Eventualmente se podría traducir en un acor- tamiento de los programas de pregrado, siempre que esté asegurada la equidad en el acceso al postgrado, por la vía de extender a ese nivel de formación los beneficios que el Estado actualmente en- trega en la forma de becas y créditos para la formación de pregrado.
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