Memoria de la Universidad de Chile 2012-2013
Universidad de Chile - Pág. 219 hasta 1973, iniciando la sor- prendente Colección de Arte Carcelario. A partir de 1973, el Museo tiene directores de- signados y no hay claridad so- bre su funcionamiento, hasta que finalmente se traslada a dependencias del Museo de Arte Contemporáneo, que ya se había trasladado al edificio del Bellas Artes en el Parque Forestal después de perder a manos de la Fuerza Aérea su emblemático edificio en la Quinta Normal, edificio que hasta la fecha no se ha recuperado. Es así como el MAPA se instala en el parque permaneciendo sin embargo, cerrado por largo tiempo, o con algunas exposiciones iti- nerantes. La historia aún no es muy clara sobre la magni- tud de la pérdida y deterio- ro de las piezas durante ese período. Existen numerosos inventarios que se están es- tudiando y comparando para poder establecer la cuantía del patrimonio perdido o de- teriorado en los oscuros años de intervención militar en la Universidad de Chile. En 1997, gracias a la gestión que realiza su directora Silvia Ríos, se decide arrendar una nueva sede para el MAPA, en calle Compañía 2691, que se inaugura a público el 2 de julio de 1998. Durante esos años, de 2000 a 2004 y con el apoyo de proyectos financia- dos por la Fundación Andes se realizaron trabajos de ca- talogación, archivo, recupe- ración y conservación de una parte de las piezas que com- ponían la colección. Desde 2008 a 2014 el Mapa ha realizado una profunda trans- formación tanto en su modo de funcionamiento interno, profesionalizando todas sus áreas de trabajo. Gracias a la adjudicación de varios pro- yectos concursables, el área Restauro y Conservación ha rescatado, diagnosticado y restaurado un importante número de piezas. En Archi- vo y Documentación se ha avanzado en la creación de un software especialmente diseñado para esta compleja colección, cuestión funda- mental para poder atender al creciente número de in- vestigadores y tesistas tanto de nuestra Casa de Estudios como de otras Universida- des. Gracias a estos fondos también se han fotografiado profesionalmente más de 2000 piezas de la colección. En el área de Investigación, se inició un profundo estu- dio de los archivos históricos, algo fundamental para po- der instalar en primera línea el concepto de Arte Popular. Para nuestros proyectos de investigación trabajamos con diferentes departamentos de nuestra Universidad, como el Centro de Imagenología, Hospital Clínico HCUCH, el La- boratorio Biología de Plantas, Departamento Silvicultura y Conservación de la Natura- leza de la Facultad Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza, la Cineteca del ICEI y el Archivo Central. En 2013, gracias al Fondo Va- lentín Letelier, iniciamos el área Educación donde se programas visitas con monitores para es- tudiantes de enseñanza media de comunas de Santiago. Estas actividades pretenden enseñar, educar y sensibilizar a los jóve- nes chilenos para que conoz- can su cultura. Desde el año 2010, el museo tiene como lugar de visibili- dad una gran sala en el edi- ficio Gabriela Mistral, GAM, lugar donde se ha logrado po- ner al MAPA en el mapa cultu- ral Chileno. En la Sala MAPA/ GAM instalamos 4 puertos digitales —Una Ventana al MAPA— permitiendo que el público acceda digitalmen- te a más de 1500 piezas de nuestra colección. Junto a las 7 grandes exposiciones reali- zadas en dicha sala, también se han publicado 4 libros: Cerámica Policromada Me- tropolitana, Una manera de mirar: los tesoros del MAPA, Quinchamalí en el Imaginario Nacional y Objetos Cotidianos en Fibra Vegetal. Durante estos últimos 6 años, con la llegada de 2187 piezas nuevas, tanto chilenas como latinoamericanas, la colec- ción del MAPA se ha incre- mentado en un 30%. Con to- dos estos avances llegamos a la celebración de los 70 años de su fundación (1944 - 2014) con una hoja de ruta muy cla- ra y definida. Quizás lo más sorprendente es la clara po- sibilidad de tener —después de siete décadas— una sede definitiva en la Plataforma Cultural del Campus Juan Gó- mez Millas para así dejar de ser nómades. El museo res- guarda, protege e investiga un patrimonio que pertenece a todos los chilenos. Finalmente, el MAPA es una posibilidad para otorgar un lugar visible a aquellos obje- tos capaces de preservar en su esencia nuestras costum- bres y parte de nuestra rea- lidad histórico-cultural, que también es común a todos los pueblos americanos. El acervo cultural artesanal de nuestra nación hace referen- cia al arte anónimo, carente de reconocimientos persona- les y por lo tanto requiere de su valorización reivindicando la trayectoria de técnicas ar- tesanales, que dan cuenta de tradiciones, tanto locales como regionales. Para eso es necesario que las piezas no sean exhibidas so- lamente en clave etnográfica o folclórica, si no que como objetos auratizados. Son to- dos objetos imaginados y fa- bricados en el espacio calmo de la heredad, del juego, del amor esperanzado y la piedad popular que obligan al espec- tador a desenfocar la mirada sobre el vórtice de las gran- des historias para reenfocarla en las texturas y en el brillo opaco y mínimo de la super- ficie manual de estos objetos, que a despecho de ser incau- sados, intrascendentes, de mera utilidad privada y hoga- reña, logran traspasar con su gracia todas las épocas de la historia, enhebrando toda la historia de los estilos.
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