Memoria de la Universidad de Chile 2012-2013
Universidad de Chile - Pág. 197 que no recibieran una docen- cia pasiva, sino –por el contra- rio– hacerlos pensar, motivar- los a hacerse preguntas y si el docente no podía responder todas las interrogantes, decir ‘ésta es una buena pregun- ta, gracias por esta pregunta que no me había hecho antes, buscaré la respuesta y lo ve- remos en la próxima sesión’. Para mi esa es la actitud co- rrecta y siempre he manteni- do esa actitud”. La académica recuerda la va- riedad de profesores que tuvo cuando estudió Bioquímica en la U. de Chile. Hubo mu- chos docentes de corte “clá- sico”, como los clasificó, con un estilo autoritario donde no era posible cuestionar, pero agradece también a aquellos profesores que estaban im- buidos de un nuevo espíritu y que promovían a los estu- diantes a ser participativos, a que hicieran preguntas que les significara un desafío inte- lectual, “por ejemplo los pro- fesores Osvaldo Cori y Mario Luxoro. Yo traté de seguir ese camino”, comparte. Por otro lado, la profesora Hidalgo valora el enriqueci- miento que entrega al desa- rrollo académico la conexión con la gente joven cuando se realiza docencia. “Es un de- safío bien interesante conec- tarse con ellos. Es algo muy motivante y no toda la gente tiene la posibilidad de tener una visión tan cercana de la juventud y observar cómo va cambiando en el tiempo a medida que uno aumenta en años. Todo es distinto, su lenguaje, su comportamien- to, cómo se expresan. Ahora debo precisar que siempre he tenido la suerte de estar en contacto con estudiantes que tienen interés de aprender y que poseen un alto nivel inte- lectual. Que en esos momen- tos en que podían caer en cierta apatía, yo les recordaba que eran de las personas me- jor preparadas del país y que no podían entrar en esa acti- tud indiferente. Eso era muy motivante y siempre lograba que pensaran, aplicando a menudo esta estrategia en forma personalizada”, com- parte la académica quien re- cuerda que las clases magis- trales suelen ser frente a 200 o más asistentes, mientras que su trabajo con grupos le permitía una docencia más personalizada, con grupos de 20 a 25 estudiantes. “Me daba el tiempo de trabajar en la forma más individual posi- ble y no me iba hasta que al que le costaba más hubiera entendido la materia que se enseñaba”. Respecto a la construcción de ciudadanía que promueve la Universidad de Chile en la for- mación de sus profesionales y licenciados, la Dra. Hidalgo comenta: “En este país hubo un cambio muy dramático de enfoque, desde una cultura muy centrada en lo social, en la participación de la gente con una actitud muy solidaria y luego se trató de imponer en la sociedad este modelo donde cada uno se defiende solo. En este sentido yo con- sidero que la U. de Chile debe seguir formando a su estu- diantes con una conciencia de su rol social. La diferencia con el pasado era que estaba cla- ro que el Estado había pagado mis estudios, en cambio hoy cada quien paga sus estudios y es difícil ir contra un siste- ma que te empuja a buscar tu propio camino para alcanzar una mejor situación económi- ca, sin darte cuenta que ello no necesariamente te hará una persona más feliz. Menos mal que en la Chile no se ha perdido ese sello y quienes egresan de esta Casa de Estu- dios tienen más compromiso social y están más conscien- tes que Chile es un país con muchas necesidades”. No obstante, la profesora Cecilia Hidalgo identifica de- safíos internos que espera que la Universidad de Chile resuelva. Uno de ellos es la nivelación en términos de productividad investigativa y de oportunidades de desarro- llo de todas sus Facultades, donde pese a que se eviden- cia excelencia en los distintos rincones de la institución, sostiene que no debería ha- ber diferencias, refiriéndose al deterioro que sufrieron las humanidades y ciencias so- ciales por razones históricas del período de la Dictadura. Lo mismo opina respecto a la pérdida de las sedes regiona- les luego del Golpe de Estado. “Antes la U. de Chile era una universidad nacional y se la ha dañado mucho. El Rector Víctor Pérez tiene razón cuan- do reclama por un Nuevo Tra- to con el Estado. Hay mucha discusión sobre si la universi- dad debe ser gratis para todos o si los que tienen dinero de- bieran pagar. Personalmente me gustaría que la Universi- dad fuera gratis y de tal nivel de excelencia que todos los postulantes quisieran estar en ella y que compitieran por ingresar independientemente de su posición socioeconómi- ca. Yo tuve compañeros de todos los niveles sociales, lo que me dio la posibilidad de conocer y aceptar otras rea- lidades bien diferentes a las que había estado expuesta antes de entrar a la U”. Finalmente, la Dra. Cecilia y Premio Nacional de Ciencias Naturales 2006 sostiene que es importante mejorar la ca- lidad de la educación pública y que es primordial no des- cansar en la idea de que ello pasa por el solo hecho de in- corporar nuevas tecnologías. “El buen profesor no desapa- rece. Hoy en día tenemos una sobrecarga de información y un buen profesor te guiará para reconocer cuáles son las preguntas que vale la pena formular y cómo buscar las respuestas”, concluye.
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