Memoria de la Universidad de Chile 2012-2013
Universidad de Chile - Pág. 131 El profesor Danilo Ocaranza fue atraído por la docencia desde el inicio de su carrera laboral. Rápidamente obser- vó carencias pedagógicas en el tradicional método univer- sitario de las cátedras y sin- tió la motivación de cursar el Magíster en Informática Edu- cativa que ofrecía la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile. “Ese postgrado me acercó a dos grandes mundos que me fascinaban: la docen- cia y la computación. Fui un bicho raro allá, pero muy bien acogido. Aprendí mucho, era un lenguaje nuevo y aprendí a investigar en educación. Lue- go continué tomando cursos que me acercaron a nuevas herramientas de docencia”, comparte el académico. Todo esta dedicación lo hizo merecedor de un llamado del Decano recién electo en 2010 para que refundara la Oficina de Educación Odontológica, en cuyo proceso decidió to- mar el Diplomado en Docen- cia Universitaria basada en Competencias. En la actuali- dad también es el profesor de Prótesis Removible 1, tutor clínico en Prótesis Removible 3 y 4, y participa en el Módulo En la Universidad de Chile tengo oportunidad de crecer en lo humano, en lo profesional y en lo académico Danilo Ocaranza Facultad de Odontología de Prótesis Parciales del Pro- grama Especialización en Re- habilitación Oral. Con la experiencia adquirida y la invitación de la asesora de la Red para la Excelencia Do- cente, Carolina Figueroa, para planificar un proyecto de in- novación docente, el profesor Ocaranza procedió a hacer un diagnóstico de las falencias con que llegaban los estu- diantes de la especialidad de prótesis, al 4º año de Odon- tología para proponer alguna iniciativa que facilitara un me- jor desempeño. “El objetivo es que los estudiantes apren- dan a interactuar con un pa- ciente al que le faltan dientes. Para ello, diseñamos un tra- yecto formativo y pedagógico en estrategias para atender las necesidades de aprendiza- je de cada individuo. La idea es que el aprendizaje fuera activo y experiencial, basado en el modelo del ciclo de Kolb, que es un ciclo de cuatro fa- ses que permite al estudiante incorporar los aprendizajes. Hay personas que son activos, otros pasivos, otros teóricos, otros más pragmáticos, y al diseñar actividades de en- señanza-aprendizaje donde todos tengan que pasar por estas cuatro experiencias, se pavimenta el camino para al- canzar el objetivo educacio- nal y que los estudiantes, a su vez, potencien esos estilos de aprendizaje que tienen me- nos desarrollados”. El cambio de metodología sorprendió los estudiantes. Al comienzo se resistían y no comprendían el sentido de los nuevos ejercicios prácti- cos, pero luego –al ingresar al 4º año– regresaban donde el académico Danilo Ocaranza para expresarle: “Profe, ahora entiendo lo que hizo el año pasado”. “Les puedo dar un libro ente- ro de cómo se trata a un pa- ciente, pero estas habilidades se aprenden en la práctica. Qué palabras y posturas cor- porales son las adecuadas para ganar la confianza del paciente y obtener la mejor información. Yo quiero que nuestro estudiante de 3º año, en diciembre, vaya a la clínica de diagnóstico y entreviste al paciente y que me diga quién es, qué tiene y qué cree que tiene que hacer, pues va a co- menzar el 4º año atendiendo
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