Mujeres de la tierra

El entrar en las relaciones que impone la creación y la incorporación a un nuevo núcleo da la impronta de la posición de la mujer mapuche en tanto esposa , su condi- ción subalterna. el do lor en el propio cuerpo de par tici- par de un sistema social y de representaciones que la hace se r concebida como objeto de la desigualdad social Las experiencias hablan de la drama ticidad que toma la asunción del nuevo ro l: la . violencia del ser robada, raptada, los connictos que se producen con su integra- ción a la fam ilia del hombre. En un primer mome nto, la pareja residirá en la misma ruka que sus suegros , su frien- do la mujer las tensiones de esta inclusión. Ella sopor- tar.! el peso de su peneocncia a otro lugar . La~ cnfcmlc- dades de sus parientes por alianza serán a tribuídas - como se sabe - a la brujerfa, a la acción de Jos kalkus, y a veces directamente se acusará a la propia nuera como causante de Jos •·males•·. Y la respuesta de la mujer se anclará en una acti tud aprendida en la infancia: la repre- sión de los sentimienlos para no enuar en el círculo que dará la razón a los reproches que se le hacen. Pos te riormente, el suegro en tregará un pedazo de lierra para la construcción de una ruka aparte que san- cionará la creación del nuevo agregado, apfndice de l primero. El nacimiento del primer hijo sellará en la mu- jer su ca lidad de reproductora biológica. La familia de l hombre se mostrará satisfecha con el nacimiento de un varón, descendencia que permanecerá dentro de l linaje "No queremos mujer" , es el signo verbalizado del des- precio que recae robre la nuera y por ende de sus sími- les. Esta actitud es le ída por las mujeres como producto de los "celos" de los hombres fre nte a las mujeres, ¡,a la posibilidad de que éstas les sean arrebatadas de l mismo modo en que ellos obtuvieron una como esposa? Insegu- ridad que completa el circuito de la dominación. Para el

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