Mujeres de la tierra
animales son consumidos en una fi es ta que corona el ma trir.1onio. Este "pago". en un caso. se vi ncula con la entrega del hombre de joyas y aba lorios de plata (trari - /on lws. trapelacuchas. e tc.) a las parientes mujeres de la "novia", parentela que incluye al menos ltes.genera- cioncs: a la abuela, a la madre. a las herm:anas y a las Has De esta manera el enlace queda prescrito y sancionado ; la mujer pasa a formar parte definit ivamente de la fami- lia de su esposo y a residir en sus tier ras El "pago" a través de animales re trotrae formas del pasado La diferencia, ahora. es que la precari edad en que se desarrolla la economía mapuche sólo permite hacer un pago simbólico. un bien que será inmediatamente consumido; pero que evoca la necesidad del estableci- miento de un equilibrio entre la familia que dona y la que recibe a una mujer como esposa. Reciprocidad tradicional que no escamotea el hecho de la subordi na- ción de las mujeres al orde n patriarcal, a un sistema donde los hombre prevalecen por sobre las mujeres 32 Su propia condición de "bien" inte rcamb iable es asumí· do en algunos casos de forma dramá ti ca. en otros, vi vida como un camino estatuido. La vivencia de una re- gla no guarda relación con el significado conceptual con que desde una cierta perspect iva se percibe la dinámi- ca en la cual la mujer se desenvuelve, pero sí aparece como la constatación de un des t ino : el de la abuela. el de la madre, en fi n de todo ser que se inserta en la ca tegorla mujer. Las huellas traumáticas de las antepa- sadas ya han "preparado" a la niila, a la joven para re- cibir la herida que las hablará y que permit irá la conti- nuac ión de un discurso, y su posteri or sutura En el proceso del robo o de la petición se per fi la
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