Mujeres de la tierra

El rapto, el robo, la expropiación (de una mujer que pertenece a otros) parece ser el signo traumático que ronda a la mujer mapuche. Su propia memoria his tórica asilo a testigua y ahora se cumple como experiencia, se camaliza en la propia vivencia de ser tomada por sor- presa y sustraída. El rapto admite dos variantes: una positiva y una negativa. La primera. juego que evoca el instante histórico en que la mujer se transforma en obje- to de intercambio. Con.venio que restituye la condición de opresión, espacio lúdico que se trasviste para asegurar que lo femenino, debe permanecer bajo control y simbolizado como posesión masculina. La segunda. lo que oculta la primera: objeto y presa. ser vulnerable que puede ser cogido, arrebatado contra su propia voluntad para pasar a formar parte de otros que la interpelan violentamente como esposa. Signo inconfundible, el rapto a "la mala", evoca la huella de un pasado femeni- no, la reproduce y hace permanecer invariable el sino de su condiciónJoD. Con presencia o ausencia de l rapto. el matrimonio es sancionado por la petición de la mujer por parte del hombre. Las modalidades que ésta toma hablan en todos los casos de una relación establecida entre los parientes masculinos de un hombre con los parientes de l mismo género de la mujer. Sólo en algunos casos es la madre de l futuro esposo quien efectlla la petición al padre de la "novia". Cuando existe el rapto a "la mala" sólo se "avisa" a la familia de la mujer del acto de "expropia- ción" de una de sus miembrds. En todos los casos la respuesta a la demanda es positi- va y se se ll a el vínculo con el "pago" de la mujerl 1 • La familia de la esposa estipula un "precio", expresado en animales, ovejas y más especílicamente un caballo. Los

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