Mujeres de la tierra

Después no me soifé mds as(. ya estaba yo viaiando por el mundo, viendo otras lierras, otros r(os (ChiflurraMoraJes) El enlace, la unión de la pareja que formará una fa- milia, es una nueva etapa en la constitución del ser mu- jer. Rasgo definitorio, marca que abrirá los surcos por donde la existencia femenina tomará un curso inédito , al menos parn la vivencia individual , porque se trata aquf también de una mueca reiterada. No obstante. los matices generan un sonido polifónico. los trazos de una culturn que se transforma, ya sea por las influencias de la sociedad nacional o bien por los mecanismos internos que comienzan a esbozarse Sin embargo, las formas en que se realiza la alianza hablan oon ecos conocidos, sus con tornos evidencian los elementos que posibili tan la subordinación , la desigual- dad de que son objeto las mujeres. La exo¡;amia reduc- cional, la salida de la muje r de su tierra natal. son siem- pre momentos de desa rrai go. Experiencia de desencon- tramiento, la fisura de una herida que se irá suturando sólo en el tiempo. Las mujeres connaen tempranamente los nexos matrimoniales (entre Jos 15 y 25 ai'los) ; el noviazgo parece ser una instancia fugaz , el conocimiento de la pa reja se realiza a través de relaciones familiares, es siempre el hombre quien aparece, o visita el núcleo de la mujer. E1 cortejo amoroso, se va distribuyendo en el ti empo a partir de contactos esporádicos que culminan en el rapto de la mujer o en la proposición de matri· monio.

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