Mujeres de la tierra

La Muerte del Padre Yo era chica cuando mi (Japd se murió. Esrd enterrao pa'l bajo. De primera me soñé con él, después no. De primera llegó, hact'a como tres dtó.s que estaba sepulta- do. ¡ Yo lo echaba tanto de menos! Cuando se murió, todos lus d(as me acordaba. En el peumo mi papd ve111á. Hab(an unos membrillos en su puebla ¡bonitazo puebla que tiene/ Aldt•enzá con la manta ploma que le pusieron. gran- de. Alll'virne mi papiro - dije )"O en sueños-. Lo iba a encontrar; pero él se pone a transpirar. ve- n(a harto ligero . Me saludó )' dijo: "Estoy bien hija, usted cufdese". Y siguió lig<•riro. que no lo v( nuts Después le puse 1•rlitas. No me soñé mUs. 'ta bien le dije ) 1 0, 'ta bien mi papiro al/d. fHemeritaMilla) U~o de los ~ontecim ientos que adqui ere ~ayor signi- ficactón en la v1da de las mu_Je res es e l fallectmiento del

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