Mujeres de la tierra
balizar la represen tación cultu ral de c:sos actos y este factor const ituye, a veces, la pérdida del afec to hacia la madre. la madre escamotea la ensenanza de un rasgo que cons tituirá a la muje r, y que la ha constituido a ella mi sma., vacío 4u e será llenado. en secreto , por otras mujeres. La subordinación , e l sobre trabajo son experimenta- dos en los inicios de la generación de l ser mujer entre los mapuches. Opresión que transmite la madre y que la hija repro- duce . Desde que nace, la madre-espejo emite las conduc- tas, los actos que cada mujer copiará: abuela, madre, hija, nieta; 18 instantes de un mismo cuerpo q ue se su- turan en el hilado y el tejido . en la transformación de los productos en alimentos, en la crian za de los nii'los, en la labor de la huer ta, en la cr ía de animales menores. A veces. el rencor hacia la madre, las quejas contra ella. se anclan precisamente en la delegación del rol : madre que obliga a reproducir su subordinación y su doble trabajo. Rencor hacia la pro pia condi ción , que imparte la madre, que segrega hacia la hija haciéndola viv ir desde la infancia el peso de la carga productiva doméstica, agr{cola y texti l. También argumento de la cultura patria rcal : para la hija surge la progen itora como port avoz de la subordi - nación: todo parece ocu rrir desde una madre 4ue ex ige . que fuerza a la asunción de l rol. El hombre. margi nal a esas labores, no ti ene responsabilidad aparente en este hecho. las hijas leen su su bordinación desde la escri tura del cuerpo materno , desde el reflejo de ell as mi smas en ese espejo, que se orien ta hacia la perpet uación de tareas y labores sin fin, reiterando hasta el cansancio esos movi mien tos que la defi nen como mujer . En la infancia, un rito sancionará esta condición fe- ..
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