Mujeres de la tierra
menando la materia blanca, negra que su única posesión produce. El origen del hilado Un dli1, una chiquilla lavaba mote en el rlo , llegó un ~iejo y se la robó: se la llel'd pa' sus tierras. Se casó el viejo con la chiquilla. Dicen que le di;o: ''Me voy pa' la Argcnlina, cuando ~uelva yo, me tenis que tener toda esta lana hild". Se fue el hombre y la niña quedó llorando ¡cudndo sabia hilar!. llorando allegadita al fogón y en eso el choñoiwe kuzé, el fuego vieja. le habló: "No teniS pa' qué afligirte tanto yo voy a llamar a lalén kmé pa'que te ayude". Al ratito apareció, bajando por el fogón la Araña Vieja y le dijo a la chiquilla: 'Tienes que hacerlo como yo, mirame y aprenderás a hilar" Asf que pasaron los dfas, cuando llegó el hombre, las lanas es taban hiladas. Lalén kuzé todas las noches fue a ayudar a la niña y }untas terminaron el trabajo 14 • (Versión de Mariana Queupil) La imagen materna se fija en la movilidad de sus ma- nos produciendo la lana, ent retejiendo los rumores con que se imprimirá la condición de la hija. El hilado, acti- vidad eternamente aprendida y ligada al pastoreo. La mad re no posee tierras, ha heredado sólo animales, ovejas que producen lan a y que la relacionarán a la eco-
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