Mujeres de la tierra
del núcleo. El padre y la madre, los polos activos del imaginario y de la imitación , elementos gestores de una forma de acceso a la vida social, a lo que constituirá la propia manera de trasponer los marcos del crecimiento. A la vez. sujetos normativos, semblantes del origen que se posan en la aparición de los rasgos que sellarán la constitución del ser mujer. La madre , portadora de la creación y rec reación de la vida, evocación de la tierra , habla en tanto silencio. Su transmisión oral - espacio vinculado por excelencia a las mujeres- no es reproducida por las hijas. Es m!ls bien la fi gura de una generación alternada la que se pro· nunc ia: la abuela ya sea materna o paterna murmura textualmente a través de las mujeres . Sólo en el ámbi to de lo m!lgico, de lo re ligioso , y de la transm isión de l mapudungu , la madre verbaliza y hace carne e l lengua· je , la posesión de un sis tema simbólico que permite el acceso a un forma definida de percibi r el mundo; el ser mapuche. Desde la intimidad terri torial que ocupa la madre , se hereda la pertenencia cultura\. Así, la fi gura mate rna sólo es "hablada" por la costumbre, por la tradición , función que la hace sali r de l silencio . La "madre" es una gestualidad, la repet ición de ac tos que interpelan a la imitación. La hija se mira en la madre y reproduce sus visajes. Madre-espejo que ilumina e l lugar donde se anidará la const itución de la mujer en tanto suje to cu ltural. Espacio de aprendizaje que privilegi a el movimiento corporal productivo y no la explicación pormenor izada de la labor que segrega ese cuerpo . Educación que se liga a la imitación. a la correspondencia gestual de un sexo. a su homologación por reflejo. Madre-araña , la/én kuz é tensionando e l ve llón , escar·
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