Mujeres de la tierra

apuntan esencialmente al robo y a la discriminación; no obstante, la contradicción es la misma: el mapuche Stl enfrenta al dominante. y elabora su resistencia. Pero no sólo el problema fundamental de la tierra aparece en las narraciones sino que el perfil de algunas transfonnacionei en el seno de la sociedad mapuche. Una de e llas se relaciona con las muje res: se inaugura su propia confrontación con e l huinca. La transformación de la economía mapuche en cam- pesina 10 . trae como consecuencia la relación de las mujeres con el mercado local: la ven ta y compra de pro- ductos la pone cara a cara con el mundo dominante. Aquello que siempre supo producir - la textilería, la huerta, la cría de aves de corral - es ahora valor de cambio dentro del esquema de relaciones económicas en que se inserta la etnia . Las nuevas necesidades d~ consumo - a su vez- ser<(n la "causa" de su entrada al circuito comercial: las " faltas" 11 enunciarán el destino de lo qu~ las mujeres producen. En la vida de reducciones continuará vigente el dis- curso social patrilineal; ya no son los linajes Jos que intercambian mujeres , sino que la reducción como tal se convierte en unidad exogámica de intercambio. La mujer ahora. cumplirá el papel esencial de ligar a las reducciones entre sí a través de su matrimonio. No hay un cambio radical en la estruc tura dd parentesco, sólo que el linaje o los linajes se asientan dentro de un espa- cio discreto conformando una unidad territorial que ex- pulsa y recibe mujeres 11 • Hay otros aspectos del proceso que las mujeres dibu- jan en sus relatos. La absorción de elementos de la cul- tura dominante y a través de ellos el nacimiento de una cierta diferenciación social entre los miembros de la so- ciedad mapuche.

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