Mujeres de la tierra
rrear! ¡a esconder toda la plata! " Pura plata fueron a enterrar. Después se fueron al rfo Quepe, drboles con montaña hab1á, "fas mujeres y las niflas nos llevaron allá a escondemos, porque ellos veman a robar nlifas". Asi contaba. Les enseñaron a nadar a las mujeres para cuando haya guerra poder arrancar o no le tiren balazo. Elfos veni011 con arma de fuego. Si hubieran tenido armas de fuego los mapuches. nunca nos habr{an ganado. Y mi mamd dice que des- pués llegaron los misioneros a todos los lugares, a todos los pueblecitos. pasaron de la cordillera al mar hasta llegar al sur. Llegaron bautizando al campo, casa por casa, enseñando que se casen porque la gente mapuche se casaban por sus costumbres. no habfa registro. 110 hab1á ningún papel que anotar. " (Paula PalnfnJ El discurso evocador se ancla tambi én en la historia general del pueblo mapuche. la contienda secular por su independenc ia. Para las mujeres, los grandes héroes. los Caupolic;ln y los Laularo no existen S . sus labios no pronuncian las hazanas que la mitología funda. La reminiscencia convo- ca dos pueblos que se enfre nt an: el huinca (extranjero) y el mapuche. Los signos de la confrontación son claros: los extranjeros quieren alienar la tierra. sus muje res. sus costumbres, sus bienes. El recuerdo de la ¡¡:esta guerrera permanece inaltcra· ble, son los abuelos, los padres, quienes han relatado sus propias experiencias. Sin embargo. es notable que sólo en algunas mujeres c ri stalice el relato, la remembranza. 26
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