Mujeres de la tierra
(66) cr·. Munizaga 1961. En relac ión a este ca rác ter festivo (67) Paraentender el lug;¡r dondese inscribenestetipode sueños - fuera del ámbi to mapuche - es fundame ntal el ar!iculo de G . DevereuK " Reves Pathogenes dan s les sociCtésnon01:ciden¡alu" (68) Estos sueños (las imáge nes) coinc iden con los casos des· cri tos }' analizadosporBidermann,Barríay Maas,lo que nosllen a pensar en la universalidad del fenómeno. A pe:;ar de no concordar con las apreciaciones y categori= zaciones de los autoreli -en tant o no logran verdadera· ment easirlaproblemiticacull ural altra tarel proceso de aj uste del mapuche migrante como patológico- sí pen5a· mos q uesus inves ti gaciones son un valiosoaportepara la constituc ión de una mirada etno·psiquiátrka en nuestro pau {69) F.s notable quei nclusolasmujcresqueviven enreduccio· (70) nes y que han tenido relaciones con hombres lmil!cas declarenp referirlos.Estaafirmaciónseart iculasiemprea través de una oposición afectiva mapuche= bruto 1 hornbre/wÍIKa =carii'loso (7 1) Como Temuco , Conce pción, Traiguén, Victoria , etc (72) Hemos podido comprobar este llechoen nues t rotrabajo de in>·estigación..acción con un grupo de mujeres mapu· chesurbanas(CF. Mon tecino 1983) (73) A diferencia de las mujeres mapuches rurales , en la ciu· dad -y quiz :is de bido all raspasoquelos hüoscolegiales efectúan a susmadresdeloaprendidosobre lahistoria map uche - surge la apropiación de los "héroes" que lallistoriografíanacionalconsagra (74) CF. Munizaga 1961.
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