Mujeres de la tierra

parte donde estaba Jesucrisw: ero pro{eror. muestro Ah{ llegw! y gofpitf la puerta. " ¿" Quit!n es?". mt> dijo}' estaba haciendo misa. Mt• habló en cas tellano. me habló en inglts. Compre11dt' inglts en mi sue11o. " Yo - le con- u:stf! en palabro mapuclte - J'O lo vengo a l'er". Prendid una luz. una tremenda luz y me alumbró todo mi cuerpo, me lraStJasó el luz en mi cuerpo. Es/aban haciendo misa. pero habúm puros nülos les dijeron : ' 'Tengo visita ¡a recreo!". Pero, salieron miles y mfles de niños a recreo. - ¿Qut esloquc qucrt!is? - m e dijo- - Quiero hablar co111igo - S(. aqu( esto) . Pero lo quc me habló elltabla era la luz . Esa <'ro pala- bra. No habló mds. pero la luz me grabó toda lo convcr· sación que me dio . Desput!s volv!' pa' atrds. Vi lo campa- no , sonaba lo campano. Arriba, el wenu-mapu, era igual que oqu( plano. Hay fJasro, ha)' cementerio. A lid estd el cmz que fle1'<i Jeslls cuando lo mataron. Pero el cruz es td bañado en sangre, to das las ~fas del cementerio tienen sangre. Igual como aqu( renimos rejas. as( tienen las gentes al/d. Habt'a muchos drboles movMndosc. es tán vh"Os todos, no tienen tranquilidad, todo s movién- dose y dándotc la bendición . (Cormela Romero} Los rumores de la matriz indlgena se condensan , pensados y vividos por las mujeres de la tierra. La memoria se activa para fonnular el modo e n que una pe- net ración - la re ligiosa en este caso - se hizo realidad , ge nerando un nuevo di scurso. El impacto de la int rod uc- ción del crist ianismo ha dejado su hu ell a en la t rad ición oral feme nina.

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