Mujeres de la tierra

de personalid;;ad y ~!l alma adt¡uieren su forma en las idl!ntid ades entre el donador y d rc..:eptor. las muFr,..s pr,..sentan una instanci a social y sobrena tural ten las almas de los antepasados ) poco asible: almas múlt iples <ruc escapan a la regul aridad . connotación que la propia ~· ultura mapuche teje para definir a sus mujt>res. Por o tro lado . el Ju¡:ar limite en que s..· asient a Jo fe- menino se liga con la pr.kt ica uti.'ndhla de la mayoría de las mujeres en d tratamien to de las enfem1edades. Con d ist intas especialidades y ni11d es. ellas conocen los secretos cur.nivos de las plant as y ye rbas. de los árboles. Oc las flores 86 . Sin embargo. el espacio dondi.' se cama- li la su doble- posibi li dad dc acceso al bien y al mal ~·stá en la región shamlln ica. Las machis. mcdiado ras del mensaj~ qu ~· ng¡• nechén ~·nv ía al plll:blo a tr avés de diferent es slmbolos. médicas y o r:fcu los. son mujeres. En el pasado. el oficio de mue/ti fu~· rea lizado - fundame n talmente - po r hombres. ;.lo obstante . el se llo de lo femenino cobro~ba su impronta en su shamlln ua s1·estis ta. si mulacro dd polo hembra <ruc las mi smas di vinidades exigían y que un hombre corpori zaba al vestirse como mujer. A l'cces. pede rastia. o tr as. simplement e ac to sustitu tivo . representación de la dua lidad presente en los se res que tute lan el mundo y a los <rue hay que invocar cotid ianamen te. También. signo de la inde term inación. ana logía de la no unicidad que puebla las comarcas de las deidades. en tan to tras\'estis- mo como juego <¡ue se ri ge por la luna (kfyén ): macho ~·u;u¡do cstll llcna f[uc-hdJ. hembra cuando es tá ef(ciendo (ku:rl) , No está claro e l momen to histórico en <¡ue el rol de ~:f~lin!'e 3 1~~s 3 n 5 1~t:d~~~;:~n;~z~~::id~xe~~~~~:~~f~ 1 rc~:~i~~J;~ Sin crnbar¡;o. las bases de la conjugación st)(Ual son f:ici l-

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