Mujeres de la tierra

namiento del orden social y natura l que las mujeres y hombres habiura:n. Como sabemos, al lado de este mundo descrito en que actüa e l bien. esta: el ma l (a la derecha e izquie rda res- pectivamente). Dos modos <IUC de nuevo se li gan para accionar una vi talidad : opuestos que se unen para defin ir un o rdenamiento de los hechos. Lo ma lo también tiene una person ificación e n el htiC'C!II'e. en lo kalku. e n el anchimallen. que jumo a ;uros signific<~ ntes pueblan el uni verso de lo no - hien . Opuesto en constan!e lucha por supcdi wrsc uno al otro. El equil ibrio de esas fucrlas csclcampominado quc las mujeres y hombres tratarán de rccstablcccr infatigablemente L • cristali1. aciún de la presenda del hicn y de l mal. su rge súlo a través de los sucños(pcumoJ y de las visiones (pcrimontú.n), únicos accesos humanos al mundo de lo sobrenatural. El suei\o es el sign o incuestionable por el que ngenechén o lo kolku interpelan. La decodificación de los mensajes obedece a un orde n cultural preesta ble- cido. La mención ¡1 la (Ktividad <>IlÍri ca ocupa un lugar de privilegio coti diano: el peuma es el mensaje directo que hablará sobre sucesos persona les o colectivos. posi- tivos o nega ti vos. Lo femenino como fuerla que debe ser controlada. como polo caót ico y diseminado (atr ibutos que aten tan con tra el poder). tiene su correlato - entre ot ros expre- sados con an terioridad - en la es rructura por la que se despliegan los nombres propios. Para los mapuches , el alma y la persona lidad est¡jn asociadas al nombre . Este St': hereda por medio de una red de donaciones (laku) que pa ra los hombres es al in terior de l linaje y para las muje res e ntre linajes. La circulación de los nombres. en el primer caso . es finita. discernible: en el St':gundo. infinita 8 s. Como el sis tema '"

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