Mujeres de la tierra

fonna de responder al mundo . Las fisuras que han heri - do su producción como ser mujer debenl n ce rrarse. hilvanarse y la cicat riz senl la !llarcaquecontfnuamcntt' dcvoh·erá la imagen de su consti iUción. La avent ura urb;ma es leida por las mujeres como un momento de libr rt ad en oposición a la "pri sión" del mundo rural. Las vent ajas y desven tajas de ambos cosmos scr-Jn sopl.-sadas. Los hermanos varones son vistos como el principal escollo que cen tra la duda del regreso, si bien la posibili- dad de rebelión con tra la au toridad del padre no se dio en la in fancia - ya que siempre se lo asumió como benefactor- . se dcspluzara" aho ra sobre los hermanos en tanto representant es de l poder mascul ino. Pero también la ciudad presenta rasgos opresi\·os. básicamente focalizados en la inserción social <¡ue pro- pone. Todo parece indicar que la migración a la urbe es vivida. cuando no hay instauración de una familia. romo un instant e transi torio de independencia que las mujeres debe rán vivi r den t ro de su propia const itución como suje tos 80 . Las mujeres de la ti erra. tejen en el ento rno urbano los rusgos que las reafirman. viven un proceso de desi - dentificación y de retomo a la iden ti dad que provoca reelaboraciones dentro de la mat riz cul tura l mapuche. La aventura en el laberinto toma numerosas vari an tes. pero todas ellas hablan de la resistencia ttnica, de la supuración de conductas y pensamientos que se anclan en la pe rtenencia a una e tnfa. El paso urbano, será la cons tante sutu ra de las he ridas que provienen del uni ver - so reduccional o de l ciudadano . polos tensionantcs en medio de los cuales las mujeres debera"n buscar el equili- brio . Dura tarea cotidiana que teje el dibujo de un cuer- I>O quese re-arma paraenfrentar laexisteneia. 133

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