Del biombo a la cátedra: igualdad de oportunidades de género en la Universidad de Chile

Del Biombo a la Cátedra. Igualdad de Oportunidades de Género en la Universidad de Chile 89 tareas académicas, restando tiempo a las labores maternas, se identifica como un costo personal: “Partí seis meses porque me gané una beca por tres años para hacer gastroenterología y nutrición. En ese momento estaba casada, tenía a mis dos hijos chicos y mi marido que es médico. No me acompañó en esto y entonces me fui seis meses a hacer una pasantía porque no podía hacer los tres años de beca. Después de eso volví y me gané una beca para ir a hacer un Magíster a España de un año, pero me fui seis meses a hacer el Magíster (…), ahí sola (…) Muy buena relación con mis hijos, los tuve que dejar solos dos veces para formarme(…) mi marido no me acompañaba en el sentido de dejar sus cosas y partir conmigo, pero si me acompañó en esa época en el sentido de quedarse con los niños y yo salir sola” (Directiva, INTA) “Eso significó que en algún minuto todos durmieran y yo me fuera a hacer lo mío hasta las 4 am. Y es que en horas de mi descanso para obtener un título y tiene un costo, el costo no fue para ellos [los hijos], y ellos no lo han resentido, pero sí uno, pero uno está tan entusiasmado y (…) tienes una ambición clara de dónde quieres llegar” (Directiva, Fac. de Medicina) La cultura de la exigencia instalada en la Universidad podría explicar que, ante la elección de las mujeres de ser madres, se espera que su condición afecte lo menos posible su desempeño laboral, incluyendo hasta la renuncia del permiso maternal. Los períodos de pre y post natal no significan necesariamente una desvinculación de la actividad laboral, pues si bien las académicas no tienen que asistir a la Universi- dad, en términos prácticos continúan trabajando desde sus hogares, lo que parece como práctica normalizada y no se percibe como atentatoria contra sus derechos: “(…) probablemente siguen trabajando las mujeres, no creo que sea una práctica muy extraña, siguen hasta el último” (Académico, Fac. de Ciencias) “Es que tienes que trabajar y tienes al niño y tienes que hacerlo todo (…). Cuando estaba embarazada me pasó mucho eso, esta cosa que estar embarazada no es una enfermedad entonces hay una exigencia del medio mujeres, que tienes que llevar una vida normal y seguir haciendo las mismas cosas y es que yo terminé en cama con parto prematuro (…) Todas manteniendo artificialmente un ritmo que no se puede tener y lo que no te cuentan es la pasada de cuentas que te hace el cuerpo” (Académica, FACSO) “En el prenatal trabajé desde la casa, es muy difícil desconectarse. Yo me sentía muy bien así que seguí, sentía que me lo exigía implícitamente la Universidad” (Académica) Es necesario puntualizar que si bien esta percepción de las mujeres sobre la ma- ternidad afecta toda su trayectoria académica, provoca mayores desigualdades al

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