Del biombo a la cátedra: igualdad de oportunidades de género en la Universidad de Chile

Del Biombo a la Cátedra. Igualdad de Oportunidades de Género en la Universidad de Chile 157 Por esta razón, el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discrimina- ción, CEDAW (2006), expresó su preocupación por la significativa diferencia salarial existente, observando, además, que las mujeres que desempeñan cargos directivos reciben un 50% menos de la remuneración percibida por los hombres. 6 Se ha inten- tado explicar esta desigualdad atribuyéndola a los menores niveles educacionales de las mujeres, a sus responsabilidades familiares y domésticas, a que preferirían optar por jornadas parciales y a que se insertarían en puestos de menor responsabilidad y jerarquía. Sin embargo, diversos estudios han desmentido estas explicaciones y han demostrado que, a igualdad de educación, experiencia y ocupación, las brechas sala- riales persisten y están basadas en discriminaciones de tipo cultural. En el ámbito universitario cobra fuerza el discurso de la meritocracia: la hipótesis más recurrente es que son las diferencias de desempeño académico y profesional las que dan origen a las disparidades salariales. Así, tanto las remuneraciones como el acceso a cargos de prestigio y poder, radican en los distintos méritos académicos y laborales que varones y mujeres ostentan, sin establecer las relaciones que estos méritos guardan con las posibilidades que unos y otros han tenido para lograrlos. La meritocracia se ve reforzada por el discurso de las libertades, según el cual todo individuo tiene la liber- tad de decidir sobre su vida en un horizonte de igualdad de oportunidades. En este sentido, los méritos que cada cual tenga dan cuenta de su esfuerzo personal y de sus capacidades y no guardan relación con construcciones sociales. Desde este discurso se señala que, para las mujeres madres, trabajar y desarrollar su carrera es una elección y, como tal, conlleva hacerse cargo de sus consecuencias. Lo interesante de esto es que como se considera una opción de los individuos, son ellos quienes deben resolver las tensiones que provoca conciliar la vida laboral con la familiar, con lo cual se libera al espacio del trabajo —en este caso la Universidad de Chile— de la responsabilidad de implementar medidas que no estén estipuladas en la ley, aunque se estima conveniente que la institución desarrolle medidas para facilitar la conciliación. Académicos(as) y funcionarios(as) coinciden en señalar que se requieren soluciones directas a las desigualdades en general, y a las de género en particular, las que pasan por definir políticas universitarias que regulen y fijen procedimientos estandarizados y transparentes para las contrataciones, las remuneraciones y la carrera funcionaria y académica. Así, resulta de suma importancia la creación de normas que sancionen los discursos y conductas sexistas y el establecimiento de derechos laborales iguales para todos(as), evitando todo tipo de arbitrariedad y discrecionalidad. 6 Observaciones Finales del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, Chile 36° período de sesiones, 7 a 25 de agosto de 2006.

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