Del biombo a la cátedra: igualdad de oportunidades de género en la Universidad de Chile

Del Biombo a la Cátedra. Igualdad de Oportunidades de Género en la Universidad de Chile 155 Las iniciativas desarrolladas por la Universidad en este campo se evalúan como insu- ficientes y la opinión generalizada de los(as) estudiantes es que hay muy poco apoyo a nivel institucional para las madres y padres que estudian y, por el contrario, incluso señalan que existen trabas para su buen desempeño. Es importante advertir que, generalmente, las propuestas que formulan funcionarios(as) y estudiantes en este ámbito, se orientan a que las “mujeres se concilien consigo mismas”, es decir, que sigan asumiendo la responsabilidad del cuidado familiar y que complementariamente existan medidas que les permitan compatibilizarla con su desempeño laboral. Hay pocas referencias al concepto de corresponsabilidad social en el cuidado, que por una parte involucre a hombres y mujeres que alternen los papeles tradicionales dentro de la familia y, por otra, que asigne también un rol en esta tarea a la Universidad y a la institucionalidad pública. En efecto, para abordar la tensión trabajo-familia sin reforzar la discriminatoria divi- sión sexual del trabajo, se requieren políticas de corresponsabilidad social que posi- biliten la conciliación para hombres y mujeres porque comparten los espacios y los tiempos necesarios para la atención de hijos(as) y el desarrollo de actividades perso- nales. Para esto tienen que entrar en el juego, desde luego, hombres y mujeres, pero también las instituciones empleadoras y el Estado como agentes activos. El análisis de las remuneraciones ha permitido observar que este constituye un tema polémico en la Universidad, lo que guarda relación con la implementación de la ley de transparencia que ha posibilitado el acceso a los datos. El debate generado a propósito de la información pública muestra los importantes efectos de transparencia que podría llegar a tener una medida como esta si toda la información se desagregara por sexo. El acceso a la información ha incrementado la percepción sobre las desigualdades en las remuneraciones de la Universidad, tanto al interior de cada Facultad como entre ellas. En este sentido, tanto a los(as) académicas como al personal de colaboración, les parece inexplicable que siendo todos(as) funcionarios(as) públicos(as), no exista una norma común que regule las remuneraciones en la carrera funcionaria y académica. Ello refuerza la idea inicial de la falencia de la institución para establecer normativas comunes para todos sus organismos desde su administración central, lo que contribui- ría, por cierto, a la identificación de los sujetos con una sola gran institución. Las percepciones incluyen la molestia por la arbitrariedad en la determinación de las remuneraciones, lo que se identifica con razones políticas y/o con la cercanía/leja- nía con los poderes de la Universidad, pero en ningún caso con razones de género. Respecto a las diferencias salariales entre hombres y mujeres que desempeñan fun- ciones similares, se observa un nivel de desconocimiento generalizado, ya que estas

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