Del biombo a la cátedra: igualdad de oportunidades de género en la Universidad de Chile

Del Biombo a la Cátedra. Igualdad de Oportunidades de Género en la Universidad de Chile 140 Los(as) académicos(as) sostienen que los temas de género no han sido problemati- zados ni forman parte de la discusión y reflexión interna. La invisibilización de estas problemáticas es atribuida, en parte, a las luchas de poder y defensa de intereses que existirían en la Universidad, las que relegarían los temas de género a un segundo plano. Así entonces, la reflexión que debería incorporarse en todas las disciplinas sería el aspecto más relevante para introducir la perspectiva de género en las políticas institucionales. En este marco, se considera necesario indagar y visibilizar las mani- festaciones cualitativas del fenómeno de inequidad de género. Por otro lado, cabe mencionar que la escasa discusión existente se ha enfocado solo a las problemáticas femeninas, no tematizando aspectos que tienen que ver con los roles masculinos ni con las minorías sexuales. De este modo, la manera más inme- diata de integrar dichos temas sería en la discusión sobre políticas de convivencia al interior de la Universidad: “En los estudios de género, yo lo veía en Sociales, lo veo en Filosofía como un área solamente de mujeres, entonces hay una desregulación en ese sentido, o sea se asume que la variable género, entendiendo género como solamente mujeres, sino que también el rol cultural que a cada uno le compete, hombres y mujeres, no ha sido asumido (Académico) La ausencia de la equidad de género en el proyecto institucional de la Universidad debiera subsanarse y establecerse como parte de los valores institucionales. Por ello, se propone la creación de una Vicerrectoría especializada que lidere y articule la reflexión, acciones y medidas destinadas a lograr una mayor equidad y que asigne recursos para sus actividades. Por su lado, las funcionarias manifiestan desconocer si los temas de género son parte de las demandas y petitorios de las entidades gremiales y creen que, si los asumie- ran, se politizarían lo que no se valora de manera positiva. Además, consideran que dichos temas no son prioridad para la Universidad porque aún hay otros asuntos que deben resolverse. En el caso de las académicas, la ausencia del tema en la agenda se explica como una forma de obtener un trato igualitario, ya que las demandas de género podrían impli- car una desvalorización que obstaculizaría su incorporación al quehacer académico. Se cree también que, a diferencia de otros estamentos, ellas desconocen los canales para canalizar sus demandas. Por su parte, los académicos creen que la responsabilidad recae en las propias mu- jeres ya que son ellas las que no articulan demandas en torno a las inequidades salariales:

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